Doce horas en el infierno

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Las llamas en un astillero de Os Praceres afectaron totalmente a dos barcos

10 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La rapidez con la que este sábado de madrugada se coordinaron los distintos servicios de emergencias logró contener el voraz incendio que se desató en unos astilleros de reparación de Os Pracedes, en Lourizán (Pontevedra). De este modo, se consiguió que las llamas quedasen limitadas a las instalaciones, donde causaron cuantiosos daños, y no se extendieran a otros enclaves.

Fueron doce horas en el que el personal desplazado tuvo que hacer frente a lo que algunos vecinos no dudaron en definir como «un infierno en la Tierra». Pasaban unos minutos de la medianoche del viernes al sábado cuando varias llamadas de particulares dieron cuenta al 112 de las primeras llamas y explosiones, por lo que se alertó a los Bombeiros, Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local, así como se puso en preaviso al 061 y se solicitó la colaboración de los parques contraincendios de Vigo, O Morrazo, Baixo Miño, Ribadumia y de O Salnés, así como a las agrupaciones de Protección Civil de Pontevedra, Poio y Cambados.

Agentes de Tráfico cortaron la PO-11 y la PO-12 estableciendo, de este modo, un corredor libre por el que pudieran transitar sin mayores problemas los vehículos de emergencias, mientras que el resto de usuarios eran desviados por la PO-546.

La lucha también se libró desde el mar, toda vez que, una vez activado el nivel 1 del Plan Territorial de Protección Civil de Galicia, Salvamento Marítimo desplazó el buque Sar Gavia para apoyar las labores de extinción desde la ría. A esta labor se sumaron desde la cabecera opuesta del astillero, según destacó José Benito Suárez Costa, presidente de la Autoridad Portuaria, remolcadores del puerto de Marín. «Lo hicieron muy bien porque era una zona de difícil acceso», destacó, al tiempo que agradeció el trabajo a todas las personas que intervinieron en la emergencia. «En cuanto a los medios, satisfacción al cien por cien», añadió.

Desde el Concello de Pontevedra se congratularon de que no hubiese víctimas personales -al parecer, uno de los damnificados por el fuego se dio un golpe en la cabeza cuando, ya por la mañana, revisaba los daños-, toda vez que solo se encontraba en las instalaciones un vigilante. El fuego calcinó prácticamente la mitad del Astillero Placeres, así como quedaron afectados dos barcos que estaban prácticamente listos para retomar al mar, mientras que un tercero sufrió daños.

Paralelamente, la Autoridad Portuaria activó el Plan de Emergencia Interior del Puerto por los posibles vertidos. «Es una zona muy sensible, una zona de marisqueo», precisó Suárez Costa, al tiempo que precisó que se aisló con barreras anticontaminación el entorno marítimo del astillero para impedir que se propaguen los residuos arrastrados por la lluvia o el agua.

De igual modo, el barco Irmáns García Nodal se desplazó a media mañana del sábado para absorber las posibles manchas e irisaciones que hubiera en la ría.