La última víctima: un tripulante de 24 años del pesquero Novo Cristo da Laxe
15 jul 2020 . Actualizado a las 00:11 h.Los marineros viven de un mar que aman y temen a la vez. Razón no les falta. Solo en la ría de Pontevedra la media de fallecimientos en naufragios o accidentes desde 1900 es de un muerto por año, si se tiene en cuenta el exhaustivo recuento de sucesos que rememora Lino Pazos en un libro sobre estos trágicos episodios. Al actualizar los datos, el resultado es que, en total, 126 personas al menos han perdido la vida al hundirse la embarcación en que navegaban o faenaban desde que comenzó el siglo XX hasta la actualidad. La mayor parte de los muertos eran marineros, pero también hay militares y pasajeros. En estas cifras no se incluyen los pescadores de caña de la orilla, ni los submarinistas deportivos. No hay registros publicados sobre estas incidencias, pero si se pudiesen contar el número sería aún mayor.
De los naufragios e incidencias laborales en aguas pontevedresas, el último caso se produjo este mismo martes por la noche, con el accidente del que fue víctima el buenense de 24 años Carlos Pereira, tripulante del Novo Cristo da Laxe. Hacía tiempo que no se producía un suceso mortal entre las gentes del mar en la ría, pero no por eso fue menos doloroso. Muchos barcos que estaban trabajando la madrugada de ayer en la ría no terminaron la jornada laboral. Pusieron proa a tierra en señal de duelo.
El accidente donde pereció este marinero del Novo Cristo da Laxe ocurrió al sur de Ons y Onza. Es precisamente este entorno insular donde el libro de Lino Pazos relaciona el mayor número de naufragios y víctimas mortales en la historia reciente de la ría pontevedresa. El 9 de enero de 1940, el patrullero francés Besac, se hundió al sur de Onza. Se recuperaron 7 cuerpos y se dieron por desaparecidos otras diez personas más. El 17 de noviembre de 1942, el mar se cobró un nuevo tributo con el Campos, en lo que fue el suceso más terrible de la ría. Hubo 22 víctimas, entre muertos y desaparecidos tras el embiste de este pesquero por parte del Nuevo Camposina. La aparición de tres cadáveres en las playas de O Grove en noviembre de 1950 sirvió para confirmar lo que se temía. El pesquero María Luisa no había regresado a puerto, no se sabía nada de él desde hacías días y se sospechaba que había sufrido un accidente. La Voz de Galicia describió cómo los barcos que faenaban entre Cíes y Ons encontraron «manchas de petróleo e incluso cajas, algunas con pescado dentro, así como tablones».
Marín se vistió de luto en noviembre de 1959, con el hundimiento del Santiago Cerviño entre Ons y Onza. Doce muertos. El último cuerpo, el marinero Pascual Fernández, de 22 años, se recuperó la víspera de Nochebuena.
La penúltima tragedia en la ría conmocionó a Combarro en abril del 2017. Fue especialmente doloroso para las familias, porque fue prácticamente a las puertas de casa. El Nuevo Marcos chocó con una batea frente a Tambo y el mar reclamó tres víctimas. En aquella ocasión, se salvaron dos tripulantes, hijos de los fallecidos. Ahora, este martes, muy cerca de concluir el 2019, se suma otra víctima más, con el buenense Carlos Pereira. Una vez más, las gentes del mar despedirán prematuramente a uno de los suyos.