Todas las miradas sobre la lesión de Javi López en el entrenamiento del Pontevedra

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA /LA VOZ

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El extremo derecho se resintió de la rodilla izquierda y tuvo que abandonar la sesión

07 oct 2019 . Actualizado a las 19:06 h.

No era un lunes cualquiera. Era un arranque de semana negro después de un domingo aún más negro. Vale que se han vivido momentos peores en la historia reciente del club, pero la manita del Atlético de Madrid dejó en evidencia las carencias del equipo en casa, un bastión que hasta esta temporada era inexpugnable. Las caras serias en el entrenamiento demostraban que todavía dolía el 1-5 en Pasarón. Dolía, duele y dolerá, pero habrá que reponerse para que el próximo sábado ante el Castilla se hable ya de otra cosa. Y como cuando llueve, lo hace sobre mojado. La sesión de este lunes acabó de la peor forma posible, oscureció el cielo de Cerponzóns en un solo gesto, el del dolor. Era la imagen de Javi López tirado en el suelo y socorrido por parte de sus compañeros y por el fisioterapeuta del equipo, Manu Barros.

El andaluz gritaba «es la otra, es la otra» haciendo referencia a la otra rodilla, no a la derecha, de la que se acaba de recuperarse después de un año apartado del equipo. «Las sensaciones no son buenas, aunque me encuentro algo mejor», explicaba al mediodía Javi López. Este martes será sometido a una resonancia para conocer el alcance de una lesión que preocupa a todo el equipo. Él cruza los dedos y pide que no haya nada roto. Otro trago duro sería difícil de digerir. Una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha lo tuvo toda la temporada pasada apartado del equipo cuando estaba en un momento de forma espectacular.

Tras la sesión conjunta de este lunes, Luismi estuvo trabajando con los jugadores que el domingo disputaron menos minutos. Fue en ese momento cuando en una acción para intentar llegar al balón, Javi López se cayó al suelo. Los fantasmas del pasado lo invadieron de golpe justo un día después de que hubiese marcado su primer gol este año. A base de esfuerzo se había ganado poco a poco un hueco en el equipo. «Haber marcado el gol me ayudó mucho en lo personal», explica Javi López, que solo lamenta que no hubiese valido de nada con la goleada que tenía el equipo encima. «Al final se dio todo mal, sales del banquillo con un 0-5, pero en mi situación siempre te apetece jugar», concluye el extremo derecho, que hasta que tenga el diagnóstico del equipo médico quiere ser prudente. Su desánimo es también el del resto de compañeros, que ayer arroparon al jugador tras el incidente.

Y lo hacían en un día especialmente gris para ellos y para el cuerpo técnico, a pesar de los ánimos que les envía el club. «Feáns entró ayer en el vestuario para darnos ánimos», reconoce Javi López, que espera que el equipo vuelva cuanto antes a la senda de las victorias: «Nuestro fuerte siempre ha sido ganar los partidos en casa, este año no lo hemos podido hacer. Ahora nos toca pasar página, pero estamos serios, da igual que perdamos por cinco que por dos», concluye el jugador andaluz.

El director deportivo, Roberto Feáns, también estuvo en el arranque del entrenamiento de este lunes. Aprovechó los primeros minutos para charlar con el entrenador e insistir en la importancia de hacer piña en días marcados por el desánimo. El próximo sábado en Madrid será otra prueba de fuego para la supervivencia. Todo apunta a que la definitiva.