Teucro y Cisne se miden a partido único en la eliminatoria de la Copa del Rey
27 sep 2019 . Actualizado a las 12:59 h.Hay más clásicos que el Madrid-Barça de fútbol. Hay otros partidos que también son históricos para quienes lo viven y cada vez que se juegan, levantan la atención de sus aficionados. Pontevedra tendrá este sábado uno de ellos. Cisne y Teucro se medirán en la primera eliminatoria de la Copa del Rey. El destino quiso que los dos equipos de la ciudad en la categoría de Plata del balonmano nacional se enfrenten a partido único por seguir en el camino copero. Llega pronto, demasiado pronto para ser un encuentro que dejará a uno de ellos en el andén.
Luis Montes y Javier Martínez, Jabato, se unieron en la víspera para analizar cómo se encuentran antes de la cita. Los dos equipos llegan en dos momentos bien distintos de forma y sobre todo, de resultados. Mientras el Teucro lo hará después de un partido en el que ofreció una pésima imagen, el Cisne desembarca con pleno de victorias. «Llegamos después de un partido duro, con malas sensaciones, que nos deja ganas de demostrar que ese no es el nivel del equipo», explica Montes, que reconoce que todavía están lejos de conseguir el estado de forma que desea. Y es que el Teucro tiene diez incorporaciones que todavía no funcionan como un equipo, aunque por el momento las lesiones le están respetado. El engranaje del Cisne, sin embargo, es casi perfecto. Con una plantilla casi idéntica a la del año pasado, viene de sumar un refuerzo determinante en una área en la que jugaban con soltura. «El año pasado fueron una sorpresa para quienes no lo conocían, pero para nosotros, no. La llegada de David Chapela potenció aún más su juego ofensivo», comenta el técnico del Teucro. Detrás del éxito del Cisne está Jabato. El entrenador vigués lleva muchos años poniendo en marcha el equipo y ahora lo compaginará con el cargo de seleccionador nacional juvenil. «No sé salir a la pista a otra cosa que no sea ganar», comenta el técnico que estos días trabaja en controlar la euforia que supone un derbi. «Son partidos muy emotivos y que siempre quedan para la historia , pero entre semana tenemos que desmitificarlo para controlar los sentimientos de los jugadores», explica Jabato sobre un partido que a él también le genera ilusión.
Ilusión y competición
Es Copa y no es lo mismo que jugarse la liga, pero a ambos les interesa seguir el camino copero. Genera ilusión entre los aficionados y entre los competidores a mediada que se van complicando las eliminatorias. «Son dos competiciones difíciles de compaginar, pero en esa dificultad está la oportunidad», subraya Jabato, al mismo tiempo que Montes corrobora sus palabras: «Llega demasiado pronto este derbi, preferiríamos que sea en Copa porque la trascendencia de los puntos en liga es mayo, pero queremos ganar el partido y pasar de ronda, pero lo más importante es poder cambiar la imagen». El Teucro viene de perder contra el Aranda dando la peor versión de si mismo, mientras el Cisne sumó en O Rosal y en casa ante el Ciudad Real. Con 34 goles en su casillero, fue el más anotador de la jornada y se une a los invictos Barça B y Antequera. Y ahí, lo que a Jabato le parece corriente, Montes piensa que es el reflejo de su tremenda capacidad. «Creo que es la primera mejor línea de ataque de la categoría, hacen gol con mucha facilidad, juegan de memoria», explica el entrenador del Teucro, que estos días prepara a los suyos para contrarrestar esa cualidad del rival.
Los dos llegan con ese extra de motivación que da jugar en casa con un objetivo que se resolverá en 60 minutos. Más que pelear tendrán que templar. «Son partidos muy locos, que se juegan rápido, tenemos que ser capaces de controlar. Venimos de ganar dos y la euforia duró lunes y martes, ahora toca ponerse el traje de batalla», explica Jabato, que espera encontrarse un Teucro que va a ir a por todas y salir como líder, a pesar de que la competición no le esté jugando buenas pasadas. «Da igual como vengas, en la pista todo se iguala», concluye Jabato antes de sonreír en una foto que confirma la buena sintonía de dos rivales que pelean en una ciudad por un destino, del que saldrá ganador el balonmano local.