Sanxenxo detecta menos botellones y pone 273 multas por orinar en la calle

Marcos Gago Otero
Marcos Gago SANXENXO / LA VOZ

PONTEVEDRA

emilio moldes

El plazo para sugerencias de la futura ordenanza de convivencia termina este viernes

20 sep 2019 . Actualizado a las 21:11 h.

Las multas y la tolerancia cero con el botellón en la calle o en los parques públicos parece que han tenido sus resultados este verano en Sanxenxo, con un importante descenso en esta práctica incívica. Al menos, esta es la conclusión que se extrae de la campaña estival realizada por la Policía Local. Mientras que en el verano del 2018 se formalizaron hasta 201 denuncias por botellón en espacios públicos, en la campaña veraniega que está a punto de rematar solo se han impuesto 85 sanciones. La supresión del botellón es uno de los puntos sobre los que el gobierno local ha manifestado su preocupación y el propio edil de Seguridad Ciudadana, Jaime Leiro, explicó en el pleno de julio que en Portonovo había «un problema serio» con esta cuestión.

Por su parte, el volumen de denuncias contra personas que realizaron sus necesidades fisiológicas en la vía pública se mantiene en cifras muy aproximadas a las registradas en el 2018. Este verano se han llevado a cabo 273 denuncias por este comportamiento que causa un gran malestar entre vecinos y visitantes.

En total, la Policía Local de Sanxenxo realizó desde junio hasta ahora cerca de 3.300 intervenciones con la grúa, denuncias de tráfico, botellones, ruidos y por mear o defecar en la calle. Los agentes impusieron 2.445 denuncias de tráfico y la grúa tuvo que retirar 436 vehículos mal aparcados o que entorpecían el tráfico. Es un número parecido al verano del año pasado.

El ejecutivo sanxenxino sostiene que la colaboración del Concello y la Guardia Civil, con la implicación personal del alcalde, Telmo Martín, y del edil Jaime Leiro supervisando el dispositivo de seguridad durante las madrugadas del verano «está permitiendo una mejora» en este asunto tan vital para el turismo. El equipo de gobierno admite que «sigue habiendo incidencias y problemas», pero añade que los infractores se enfrentan a multas, que además se endurecerán con la nueva ordenanza de convivencia, cuyo plazo de exposición al público termina este viernes y que se aprobará en el pleno.