El misterio de los huesos enterrados en la Rúa do Rouco

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CONCELLO PONTEVEDRA

Las obras de reforma sacan a la luz un osario cubierto por un manto de conchas de vieira

18 sep 2019 . Actualizado a las 12:58 h.

No es nada inhabitual que al ejecutar obras en el centro histórico aparezcan vestigios arqueológicos. De hecho, cualquier actuación que se lleva a cabo «intramuros» requiere de un control arqueológico que determine que no se está destruyendo nada valioso y que si se localiza algún resto este sea convenientemente catalogado.

Lo que ya no es tan normal es que aparezcan restos en la zona del ensanche urbano. Pero es exactamente lo que sucedió en la obra de reforma urbana de la Rúa do Rouco, concretamente en la esquina de esta calle con la plaza de Barcelos, junto a la valla del colegio.

Estaban los obreros que ejecutan las obras abriendo una zanja para renovar servicios subterráneos cuando localizaron lo que en un primer instante parecían restos de conchas. Obviamente, se dio aviso al servicio de arqueología del Concello, y la sorpresa es que no eran conchas sin más, sino una serie de restos de vieiras perfectamente colocados a modo de «manto» bajo el cual se encontraban unos huesos.

Ahí se encendieron las alarmas por la posibilidad de hallarse ante algún descubrimiento reseñable desde el punto de vista arqueológico. ¿Y si eran restos humanos?

Sin embargo, tal y como relató el concejal de Obras, Demetrio Gómez (BNG), todo parece indicar «que non son humáns, senón dun animal de catro patas». A los arqueólogos les llamó la atención el «manto de cunchas de vieira» que cubrían los restos.

Despejadas las dudas sobre si son o no humanos, los huesos han sido retirados del lugar para su análisis y tratar de datarlos. Además, tanto la zona donde se localizaron como los propios vestigios han sido convenientemente catalogados. Y una vez completado este trabajo de control arqueológico pertinente en cuanto aparece cualquier tipo de resto, la obra sigue su curso. Eso si, debido a la misteriosa aparición de estos huesos de animal, la reforma de la Rúa do Rouco sufrirá un ligero retraso de unos diez días con respecto al calendario previsto.

De la necrópolis de Santo Domingo a esqueletos en el centro histórico

Pontevedra tiene un amplio catálogo de restos arqueológicos en obras de reforma llevadas a cabo en los últimos veinte años, cuando se han levantado buena parte de las calles del centro.

La espectacular excavación de Valentín García Escudero -donde se localizaron restos del muelle medieval y arcos enterrados del puente del Burgo- tuvo su origen en una obras de reforma de la plaza. Y los restos de las Torres Arzobispales salieron a la luz cuando se reformaba la avenida de Santa María. Ambos hallazgos modificaron los planes de obra iniciales.

Pero también han aparecido restos humanos. La construcción del aparcamiento de la plaza de España sacó a la luz en el año 2008 una necrópolis formada por una veintena de tumbas perfectamente alineadas junto a las ruinas de Santo Domingo. Y en su día aparecieron esqueletos en dos localizaciones en pleno centro histórico: junto a la basílica de Santa María y en un lateral del Teatro Principal.