Los aspirantes a guardiamarina inician su período de adaptación a la Armada
20 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.La puerta de Carlos I, el principal acceso de la Escuela Naval, se abrió este lunes para recibir a 115 jóvenes alumnos -diez de ellos mujeres-, aspirantes a guardiamarinas, en el inicio de su período de adaptación a la vida castrense y que durante dos semanas. Esta es una etapa que les permitirá evaluar su vocación por el servicio en la Armada y, en caso de que se produjese alguna vacante, se cubriría con la lista de espera. El curso comenzará oficialmente el próximo 2 de septiembre.
Los alumnos que han ingresado por el sistema de acceso director pertenecen a las escalas de oficiales del Cuerpo General, Infantería de Marina, Intendencia, Ingenieros y Militares de Complemento. Para su entrada en la Escuela Naval, 62 lo han hecho con una nota de corte que fue de 11,593 para el Cuerpo General y de 12,111 para Infantería de Marina, sobre un máximo posible de 14 puntos. El resto de los aspirantes han logrado su plaza por el sistema de promoción interna.
Además de los españoles se han integrado a la institución militar marinense otros 19 alumnos, en base a los convenios de colaboración de la Armada con las marinas de otros países. Este año comenzarán sus estudios militares en Marín un alumno de Perú y otros seis de Arabia Saudí. La presencia de extranjeros en la plantilla de estudiantes es habitual desde hace décadas y las nacionalidades han ido variando según los acuerdos estratégicos de España y sus países aliados. El país más veterano en esta formación internacional es Tailandia, que tiene guardiamarinas estudiando en cursos superiores en Marín en la actualidad. En otros años recientes han pasado por el recinto militar estudiantes de Catar y Rumanía. Asimismo, como parte de otros acuerdos con Armadas amigas, Marín realiza intercambios trimestrales de alumnos y profesores durante el curso con las academias de Francia y Estados Unidos.
Los jóvenes que comenzaron este lunes su singladura en la Escuela Naval dejaron sus objetos personales en un camión y ya formaron por primera vez en la explanada delante de los numerosos familiares y amigos que les vinieron a acompañar. Estudiarán en Marín cinco años, entre los que se encontrará un periplo en el Juan Sebastián de Elcano.
Muchos de estos alumnos, como el pontevedrés Gerardo González, tienen una vinculación muy fuerte con la Armada española. Este joven señala que toda su familia es militar y que ya lo era su tatarabuelo. Eligió seguir la trayectoria familiar porque considera que ser oficial «es una opción inteligente porque ya salimos con Ingeniería y tenemos trabajo para toda la vida». Otros muchos, como el salmantino Manuel Delgado, no tienen relación previa con las Fuerzas Armadas, pero se mostró entusiasmado con la idea. «Esta es una buena posibilidad», comentó.