Manso se despide esta tarde de Vilaxoán Canta tras 43 ediciones al frente de un certamen único
PONTEVEDRA
Cada año, las fiestas del Carmen de Vilaxoán encuentran su guinda particular en Vilaxoán Canta. Probablemente, el único certamen musical del orbe en el que las voces surgen del público en lugar de encaramarse al escenario, donde Salvador Cores, Manso, pone la batuta en forma de acordeón. Tras una enorme programación, la tarde de hoy no será una excepción, y Vilaxoán Canta entonará sus cánticos tradicionales hacia las ocho y media, en la plaza de Rafael Pazos. Sin embargo, esta 43 edición no será una más, por la sencilla e irrepetible razón de que Manso abandona el barco que contribuyó a hacer navegar.
Motivos de salud obligan al músico vilaxoanés a dejar la dirección de una cita musical que él mismo puso en pie junto a Máximo Patiño hace más de cuarenta años. Que Cores abandone la coordinación del evento no quiere decir que se desligue de él. Todo lo contrario, el acordeonista asegura que estará a disposición de la organización siempre que lo necesite. Sucede, simplemente, que la responsabilidad principal sobre el certamen debe pasar a manos más jóvenes. En este caso, en las del también acordeonista Álvaro Cardalda.
Testigo para Álvaro Cardalda
Con Cardalda, la villa arousana garantiza la continuidad de un fenómeno que va mucho más allá de lo meramente musical. Vilaxoán Canta constituye una muestra viva de la cultura mariñeira de la ría, y un elemento vivo de las canciones con las que las gentes que poblaron las orillas del mar de Arousa expresaron y expresan sus emociones.