Xavier Fonseca
El océano no es ajeno al calentamiento global. De hecho, el noventa por ciento del calor extra de origen humano se encuentra en los mares de la Tierra. El aumento de la temperatura del agua está alterando las corrientes, los ecosistemas y los ciclos marinos, obligando a muchas especies a emigrar.
La costa de Galicia, situada en un cruce de caminos entre latitudes subtropicales y polares, está recibiendo la visita de ejemplares nunca vistos hasta ahora. Hace unos días Carlos Montes, patrón del Nuevo Vendaval, capturó en Sanxenxo un sapo lusitano. «Tiene un aspecto pelicular, con la boca muy grande. Su presencia es muy poco habitual ya que pertenece a aguas atlánticas africanas. La primera vez que se observó uno fue el año pasado», reconoce Xulio Valeiras, investigador del Instituto Oceanográfico Español, con sede en Vigo.