El verano ya llegó... y las colas para ir a A Lanzada también

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

Como es tradición cada estío, la vieja vía rápida autonómica que desemboca en O Grove y que sigue sin desdoblar, se colapsó por la afluencia a las playas

14 jul 2019 . Actualizado a las 20:22 h.

Hace ya años que se impuso como canción estival aquella letra cansina que decía «el verano ya llegó, ya llegó, ya llegó y la fiesta comenzó, comenzó, comenzó». Sin embargo, el estribillo todavía se escucha de cuando en vez perdido en los micrófonos de alguna verbena. En las Rías Baixas, los conductores podrían entonar esa misma letra pero con remiendo. Aquí, en cuanto llega el verano, además de dar comienzo la fiesta, empiezan también las caravanas de camino a A Lanzada y a otros puntos de Sanxenxo y O Grove. Y es que al acceso que tiene esa zona le pasa lo mismo que a ese tema musical veraniego: es un debate antiguo, se habló durante años de la necesidad de desdoblar esa carretera, de que sea una autovía como la que hay hasta Sanxenxo y no un peligroso vial de dos carriles, pero todas las promesas hechas quedaron en nada y toca seguir recordándolo. 

Este año, una vez más, la vieja vía rápida que desemboca en O Grove vuelve a funcionar como cuello de botella. Hasta Sanxenxo, el camino hacia playas como la de A Lanzada se hace sin problema alguno por la autovía de O Salnés. El problema es que, llegado a un determinado punto, se cambia a la vieja vía rápida, es decir, al embudo de dos carriles, donde vienen coches de frente y donde se hacen caravanas como la de esta mañana. Toca conducir nueve kilómetros por una carretera de doble sentido donde hubo que instalar una mediana por los múltiples accidentes y donde Tráfico hace hincapié con los radares para evitar nuevos siniestros. Si uno llega al final, paradójicamente, vuelve a toparse con cuatro carriles. Son los de la playa de A Lanzada.

La Xunta, supuestamente, empezó a hacer trámites para desdoblar la vía que llega a O Grove en el año 2008. Pero los papeles se atascaron en los despachos. Y, en el años 2013, tras esa larga espera, se empezó a hablar de las dificultades que presentaba el desdoblamiento.