Peregrinos en honor de los supervivientes de la primera vuelta al mundo

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

cedida

Carlos Pecker y Pepe Bosmediano rinden tributo, asimismo, a De la Quadra Salcedo

02 jul 2019 . Actualizado a las 10:40 h.

Curtido en mil batallas en los treinta años que colaboró con el tristemente fallecido Miguel de la Quadra Salcedo, el periodista, escritor y realizador de televisión Carlos Pecker, junto a su amigo de la infancia Pepe Bosmediano, está inmerso en una nueva aventura que, a buen seguro, hubiera firmado el mismísimo De la Quadra Salcedo: un peregrinaje por el Camino de Santiago y por las localidades de las que eran oriundo los dieciocho supervivientes de la primera vuelta al mundo junto a Juan Sebastián de Elcano. Tras haber dejado atrás la capital de Galicia, hoy ambos tienen previsto recorrer la calles de Pontevedra en su ruta hacia Baiona, localidad de nacimiento de dos de aquellos héroes, el marinero Diego Carmena y el grumete Vasco Gómez Gallego.

«Estuve treinta años con Miguel, desde Aventura 92 hasta que falleció, y pensé: si Miguel estuviese vivo, qué viaje hubiese hecho. Automáticamente me dije que hubiera hecho algo por el quinientos aniversario de la primera vuelta al mundo de Magallanes y Elcano. Hay es don empezó todo», explica Pecker. De Miguel de la Quadra remar que «fue nuestro maestro. No solo mío sino de diez mil jóvenes. Le debía un viaje. De alguna manera le debía devolver todo lo que me enseñó», añade el autor de Treinta años de aventuras con Miguel de la Quadra Salcedo.

En un primer momento, su idea era más ambiciosa, era, por así decirlo, emular a la iniciativa Ruta Quetzal, pero se encontró entonces con la falta de patrocinadores. «Me fui imposible. Solo conseguí el apoyo de Panama Jack, que nos ha facilitado el calzado y la vestimenta, y de la firma Pilot, que nos dio unos bolígrafos conmemorativos del quinto centenario de la vuelta al mundo», apunta, mientras su tono de voz denota el no haber logrado realizar el viaje que le hubiera gustado.

Es por ello que, junto a Pepe Bosmediano, no se lo pensó dos veces: «Si no hay financiación, cogemos la mochila y nos vamos». Y se hecho al Camino. De este modo, ambos partieron de la localidad vasca de Guetaria con la intención de completar los más de dos mil kilómetros en apenas 72 días para, de este modo, llegar a Sevilla, ciudad que vio nacer al marinero Francisco Rodríguez y donde descansan los restos mortales de Cristóbal Colón el 10 de agosto.

«Calculamos el viaje, pero lo vamos ajustando día a día porque hay etapas que son un kilometraje y luego resultan mucho más duras... También dependemos de los albergues», añade antes de recordar la importancia que tuvo Galicia en la primer circunnavegación del globo terráqueo y, de hecho, el viernes mantendrán un encuentro con el alcalde de Baiona para entregarle una placa de homenaje de La ruta de los 18 héroes.

«Todo el mundo se está portando muy bien con nosotros», resalta Carlos Pecker, quien este lunes tenía intención de ver el pedrón que se custodia en el presbiterio de la iglesia de Santiago y que la tradición afirma que fue donde se amarró la barca que traía los restos del Apóstol.

El itinerario no solo recorre los lugares natales de los dieciocho tripulantes supervivientes -once eran españoles y los restantes, italianos-, los cuales «llegaron a Sevilla agotados, enfermos, famélicos y desnutridos», sino también Sabrosa, la población lusa que en 1480 a Magallanes.

Homenaje medioambiental

Lo cierto es que, como bien aclara Carlos Pecker, esta iniciativa es un tripe homenaje, ya que también se quiere honrar a la concienciación medioambiental de los peregrinos que diariamente recorren los distintas rutas del Camino de Santiago. En este punto, Carlos Pecker define su iniciativa como «un viaje verde, un viaje de respeto a la naturaleza. Mientras haces el Camino te das cuenta de lo que la gente respeta los bosques, los ríos... Me he encontrado con una colilla después de ochocientos kilómetros. La cantidad de peregrinos que somos y solo una colilla en el Camino», remarca al respecto.

«Creo que andar es el máximo respeto por la naturaleza», insiste tras aludir a otros formas de recorrer la Ruta Xacobea de desplazamiento por carretera. Tiene claro, en todo caso, que paulatinamente la concienciación de la sociedad ha ido cambiando.