Sinaí Giménez acepta en Pontevedra cuatro años de cárcel

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

Tras una larga negociación, Zamoranos, Morones y Fiscalía han llegado a un acuerdo de conformidad por los incidentes del mercadillo de Cangas

01 jul 2019 . Actualizado a las 22:54 h.

Tras varias horas de negociaciones, los acusados en la reyerta ocurrida en el mercadillo de Cangas pertenecientes a los clanes de los Morones y los Zamoranos han llegado a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía de Pontevedra. De este modo, Sinaí Giménez asumió un año de cárcel por cada uno de los cuatro delitos que se le imputaban, una pena que, en principio, no cumplirá en prisión dado que se ha acordado su suspensión a condición de que no delinca en un periodo de cinco años, mientras que su hermana María Consuelo Giménez aceptó un año por cada uno de los tres delitos de los que se la acusaba y con los mismos condicionantes de suspensión.

De igual modo, ha trascendido que, en cuanto a los seis Zamoranos encausados, tres de ellos aceptaron un año de cárcel. Siete de los doce acusados resultaron absueltos.

Se da la circunstancia de que, antes de que comenzarán las negociaciones, el ministerio público solicitaba para el rey de los gitanos un global de trece años y medio de cárcel, mientras que para su hermana se pedían diez años y seis meses. En el caso de su mujer, María Amelia Camacho Mosteiro, se enfrenta a una multa de novecientos euros, idéntica sanción se instaba en los casos de Miguel Ángel Valverde y Rafael Fernández, mientras que para José Luis Giménez se pedían tres años y medio de prisión.

Por los Zamoranos, el fiscal mantenía penas de tres años y seis meses para Enrique León Salazar y Javier Duval Gómez, así como sanciones económicas en los casos de Luis León Salazar, Felipe Salazar Jiménez, Faustino Jiménez Borja y Manuel Jesús Jiménez.

Dados los incidentes previos entre miembros de uno y otro clan, desde primera hora de esta mañana, agentes de la Policía Nacional establecieronn un cordón de seguridad en torno a los accesos al edificio judicial de A Parda. De este modo, se desplazaron de Vigo y A Coruña sendos subgrupos de la Unidad de Intervención Policial (UIP), unos treinta agentes, que se han reforzado con otra media docena de la Comisaría de Pontevedra.«Es un operativo que entendemos es suficiente para atender las necesidades», señaló la comisaria Estibaliz Palma, quien precisó que «son quince los encausados y de bandas muy antagónicas entre ellos».

La máxima responsable provincial del Cuerpo Nacional de Policíal reconoció que «siempre hay preocupación en estas situaciones. Imagino que la presencia policial será lo suficientemente disuasoria y se trata de que todo se celebre con normalidad».

Se trata, en todo caso, de un dispositivo mayor que el que se estableció la pasada semana con motivo del juicio por los incidentes ante los juzgados de Tui, extremo que confirmó la propia comisaria apelando al humor: «El otro día ya contábamos con quince testigos guardias civiles. Dentro estaba la ayuda».

Se da la circunstancia de que Sinaí Giménez, a su llegada a los juzgados, aseguró que «nada de lo que se dice es cierto», al tiempo que reiteró que no fue detenido con tres kilos de hachís, así como negó que hubiese agredido a alguien en aquella trifulca.

En su lugar, mantuvo que «unos señores me pegaron a mí y a mi mamá» tras haberse iniciado una discusión «porque ocuparon tres metros más de puesto que me correspondía a mí. Previamente, mi mamá había presentado una denuncia de compraventa de niños robados y lo que intentaron fue, de forma coordinada, atacar a mi madre. Tomar represalias contra mi madre por la denuncia que previamente había puesto en la Fiscalía y que, a día de hoy, se está investigando en la Audiencia Nacional».

El rey de los gitanos aseguró que «no tengo disputas con los Zamoranos. Lo que tengo son unos juicios. Vengo al juicio, digo lo que paso y nada más. No sé porque hay tanta alteración, pero Sinaí Giménez no es ningún delincuente».

Fue en este punto cuando se definió como «una persona que, ante todo, no fumo, no bebo». Así, se mostró convencido de que todo obedece a un complot para apearlo del poder, si bien dejó claro que «no lo voy a dejar poque cada día estoy creciendo más, cada día tengo más representación e intento, de alguna manera, ayudar a los míos por encima de todo. Y hay una cosa, no me dejo chantajear por nadie».