El comité de expertos visita Segade para avanzar en los usos futuros del entorno

Cristina Barral Diéguez
cristina barral CALDAS / LA VOZ

PONTEVEDRA

CONCELLO

La prioridad es un plan de rehabilitación que permita conservar el valor paisajístico, patrimonial e industrial de la zona

19 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Diseñar el plan de rehabilitación y definir usos potenciales. Son dos de los cometidos del comité interdisciplinar de expertos que trabaja con el Concello de Caldas de Reis en el proyecto para la puesta en valor de la Fervenza de Segade y la antigua Fábrica da Luz, en la parroquia de San Andrés. El gobierno local dio cuenta este martes de la segunda reunión de ese comité.

El equipo de expertos visitó y recorrió la zona de estudio en profundidad, guiado por el alcalde, Juan Manuel Rey (PSOE), y con el apoyo de técnicos municipales que han aportado información sobre el terreno en materia de turismo, historia, cultura y urbanismo. El hecho de celebrar la reunión de trabajo en este escenario «ha permitido analizar en profundidad las conclusiones resultantes de la primera reunión», se apuntó. Se analizaron in situ diversas propuestas para la protección paisajística y la rehabilitación patrimonial del conjunto, estudiando diferentes alternativas para su desarrollo y gestión integral.

El plan de rehabilitación que se llevará a cabo tiene un objetivo prioritario, que es conservar y poner en valor «el extraordinario valor paisajístico, patrimonial, industrial y ambiental de la zona». También se valoran los usos potenciales para convertir el entorno en un «complejo turístico y de ocio» que responda a las necesidades de los vecinos de Caldas.

En este punto reside uno de los mayores temores de los ciudadanos, que quieren evitar que la zona pierda su esencia al convertirse en un reclamo turístico masivo. Desde el Concello indicaron que en los próximos días se continuará el proceso consultivo con otras entidades de interés, con el fin de «fortalecer todavía más» el plan de acción. Es este sentido, está prevista una tercera reunión del comité de expertos para concluir hacia qué usos deberían dirigirse las actuaciones en la zona, particularmente en la finca que fue adquirida durante el pasado mandato por el Concello.

El proyecto de puesta en valor de la cascada y la antigua central hidroeléctrica de Segade se puso en marcha a mediados del pasado marzo. El objetivo final del plan de trabajo establecido es diseñar un plan de usos y actividades que responda a las necesidades y expectativas de los caldenses, pero que también permita poner en valor todo ese patrimonio.

Distintas áreas

En sus inicios arrancó con un proceso de consulta ciudadana, contando con la colaboración de agentes de interés con ámbito de actuación en la zona, así como la constitución de un comité interdisciplinar de expertos. Los integrante de ese comité proceden de muy diversas áreas de conocimiento. Entre ellas, patrimonio cultural e industrial, paisajismo y arquitectura, economía y turismo, y medio ambiente y desarrollo rural. La primera reunión de ese comité con el regidor de Caldas y el equipo técnico del proyecto tuvo lugar el 13 de mayo. En ese encuentro comenzó el análisis de los resultados previos de la consulta ciudadana.

La compra de las ruinas de la antigua central hidroeléctrica de Segade, todo un icono antiembalse, era una vieja aspiración municipal en Caldas. Las negociaciones con Unión Fenosa, entonces propietaria de los terrenos, se habían iniciado a finales del 2005 siendo alcalde José María Tobío. El actual regidor era entonces concejal de Hacienda. Seis años después, en el 2011 el Concello daba por cerrado un acuerdo con Fenosa. No se hablaba de compra de los terrenos, sino de una cesión de uso por un período de 50 años y sin coste para el Ayuntamiento. Aquel anuncio quedó en nada y no fue hasta octubre del 2016 cuando Juan Manuel Rey hacía público un acuerdo con Gas Natural para la compra de los terrenos de la conocida como Fábrica da Luz.

El Concello adquirió los 36.000 metros cuadrados con un desembolso para las arcas municipales de 70.000 euros. Ya entonces se hablaba de un proyecto a largo plazo para el que se iban a solicitar fondos europeos. En el horizonte estaba darle a este entorno un uso «lúdico, deportivo y turístico» vinculado a sus aspectos turísticos y patrimoniales.