El nacionalista renueva la alcaldía de Pontevedra con el apoyo del PSOE, con el que gobernará en coalición
15 jun 2019 . Actualizado a las 15:27 h.Aunque la de hoy era su sexta investidura, a Miguel Anxo Fernández Lores (BNG) se le vio emocionado en el momento de ser proclamado alcalde de Pontevedra.
El pleno, como todos los de la corporación, se celebró en el Teatro Principal, que estaba abarrotado. Fiera quedaron varias decenas de trabajadores de Ence, que mantienen un pulso con el BNG y con el PSOE, de nuevo socios de Lores, sobre el futuro de la fábrica en la ría.
Dentro del Teatro, el pacto de gobierno sellado en tiempo récord entre Lores y el socialista Tino Fernández, permitió al nacionalista sumar los cuatro votos del PSOE para ser proclamado alcalde con una más que holgada mayoría absoluta, a pesar de que la presidenta de la mesa de edad, Pilar Comesaña, del BNG, se equivocó y votó en blanco. También se abstuvo el único edil de Ciudadanos, mientras que los nueve del PP votaron en contra.
En su discurso como alcalde reelegido, Lores subrayó que «empeza un novo ciclo no que acabáronse os tempos do máis e chegan os tempos do mellor».
Subrayó que Pontevedra, «que soportou as peores consecuencias dunha industrialización tardía, comezou tamen con atraso o tránsito a unha cidade post-industrial», pendiente, subrayó entre aplausos del público, «do traslado da Celulosa».
Lores subrayó que el modelo urbano «é a plasmación en clave progresista dese ciclo tránsito a unha cidade actual con elevada calidade de vida» e hizo un llamamiento «a seguir avanzando. Cara afora para consolidar mundialmente a marca Pontevedra. E cara dentro, para dotarnos de solucións avanzadas e novidosas».