Tregua en verano de las protestas por la ría para no dañar el turismo

Bibiana Villaverde
bibiana villaverde PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

El sector bateeiro huyó de hacerlas también en elecciones para evitar la politización

11 jun 2019 . Actualizado a las 11:06 h.

Este sábado se desarrolló una protesta en la ría de Pontevedra, tanto por tierra como por mar, para denunciar el mal estado de las aguas. Después del impactante vídeo que se hizo circular por redes sociales y medios de comunicación y que alcanzó los informativos nacionales de televisión y que muestra cómo el emisario submarino procedente de la depuradora de Os Praceres vierte toneladas de residuos sin tratar, llegó el momento de hacer visible el malestar sobre el terreno. Y lo hicieron con cientos de personas en Combarro, a pocos metros de la isla de Tambo, en cuyas inmediaciones salen a la ría las aguas sin tratar.

Pero estas protestas, que pretenden hacer visible un problema que ha dejado a los productores de mejillón de la ría sin poder vender producto en fresco desde hace más de quince meses, se pararán momentáneamente. Ya no es solo la mala publicidad de su producto que, a sabiendas, han asumido los bateeiros, conscientes de que tienen que dar un golpe en la mesa para que se dé solución a un problema que hace que tengan una merma en el precio de unos veinte céntimos por kilo, al solo poder venderlo para conserva. No se trata solo de eso, sino que se trata de una cuestión global de la ría. Y como tal, afecta a otros muchos sectores económicos que viven de ella. Entre ellos, el turismo destaca en esta época.

«Escapamos de facer as reivindicacións antes das eleccións para deixar moi claro que non estamos politizados. E calculamos moi ben que non empezou a época estival. Entendemos que xulio e agosto debe ser unha época máis tranquila para planificar o traballo de cara a septembro», explica Andrés Ruano, portavoz de los productores de mejillón de la ría sobre la continuidad de las protestas. Harán una tregua en verano para que la mala imagen que hacen recordar las protestas -la de ese emisario vertiendo sin control- no afecte al turismo. Pero en septiembre volverán a la carga.

«A depuradora de Praceres leva anos traballando de forma deficiente», alerta Ruano, que teme que la solución llegue demasiado tarde, cuando la contaminación sea ya tan elevada que llegue a las playas. Si no lo ha hecho hasta la fecha es porque, como explica el portavoz de los afectados, el emisario submarino está muy bien diseñado para difuminar la contaminación y que esta no se aprecie en forma de manchas. «Está a 18 metros de profundidade e ten difusores cada metro», dice. Pero que no se vea no quiere decir que no esté ahí. «Fixemos un estudio serio, alugamos maquinaria, controlamos correntes e os resultados son pésimos. O emisario está vertendo ecoli en niveis dez veces superiores ao permitido», explica. Sus análisis se han concentrado en las bacterias fecales porque son las que afectan a la producción del mejillón, pero alerta de que otros muchos productos se vierten sin depurar cada vez que la estación de Os Praceres deja de funcionar o lo hace deficientemente: lejías, detergentes, vertidos industriales que acaban en el alcantarillado...

«Hai vinte anos que se deron as primeiras alarmas de contaminación. Dende hai cinco xa son moi preocupantes», insiste Ruano que asume que la solución no puede ser inmediata. «Cinco anos mínimo para resolver o problema xa contamos con eles, sendo optimistas». Entretanto ya han planteado una demanda judicial contra Augas de Galicia como principal responsable, aunque también apunta a los concellos, la Xunta y la empresa concesionaria de la depuradora. Ahora con las protestas, buscan una respuesta más eficaz. Y tras el verano, volverán a la carga.