Protección da Natureza estudia cómo restaurar la vegetación de A Lanzada

Marcos Gago Otero
marcos gago SANXENXO / LA VOZ

PONTEVEDRA

MARCOS GAGO

Montones secos de uña de gato siguen en el islote de la playa desde el año pasado

01 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Una docena de montones de plantas secas dispersos por el islote de A Lanzada, en Sanxenxo, esperan desde hace un año a ser retirados. Son restos de uña de gato, Carpobrotus edulis de nombre científico. Sin embargo, esta planta invasora, que afecta a la biodiversidad del entorno, se las ha apañado para sobrevivir en la isla. No lo ha hecho en aquellos puntos concretos donde se aplicó un tratamiento que la fulminó en la primavera del 2018, pero tampoco ha crecido nada en su lugar. De esta forma, el islote luce bajo el sol un manto verde a jirones, con manchas negras por aquí y por allá.

A escasa distancia, las obras de la reforma de la PO-308 suprimieron de la zona buena parte de los penachos de la Pampa, aunque no todos. A Lanzada, joya emblemática no solo para el baño y las leyendas, sino también para el medio ambiente, da señales de estar enferma. Y la Xunta está estudiando qué medidas adoptar para que recupere la salud. Esta es una carrera de fondo y la lucha contra las plantas invasoras requiere de planificación y medidas a corto y también a medio plazo.

La Consellería de Medio Ambiente explica que en los pasados ejercicios «se llevaron a cabo acciones de erradicación y control en esta zona de Carpobrotus. La Xunta sostiene que los montones secos permanecen para su tratamiento «el tiempo suficiente para que perdiesen agua y redujesen su peso, facilitando así su transporte y tratamiento posterior». Desde el departamento autonómico se incide en que «las manchas tratadas y no arrancadas fueron objeto de seguimiento para evaluar la efectividad del tratamiento y la viabilidad del Carpobrotus restante».

Medio Ambiente añade que «hay que tener en cuenta que para diseñar la restauración de la zona no es técnicamente viable retirar la capa de vegetación y dejar el suelo al descubierto sin reponer de inmediato la vegetación». La consellería precisa que la retirada de estos restos vegetales no se puede llevar a cabo especialmente durante el invierno, porque «el sustrato podría ser eliminado por la lluvia y el viento».

No obstante, en cuanto al caso concreto del islote de A Lanzada y el conjunto de esta playa, desde la Administración autonómica se está diseñando un programa de cómo intervenir para contener a la flora que amenaza las especies del delicado ecosistema litoral de dunas y acantilados de este entorno costero pontevedrés. «Actualmente se están planificando desde la Dirección Xeral de Protección da Natureza actuaciones complementarias para evaluar las necesidades de restauración de la zona».