Palmas para recibir la Semana Santa

M. Alfonso / C. Barral AROUSA, PONTEVEDRA/ LA VOZ

PONTEVEDRA

MONICA IRAGO

La lluvia respetó la mañana del Domingo de Ramos, en la que miles de personas salieron a las plazas para agitar sus olivos y recibir la correspondiente bendición

14 abr 2019 . Actualizado a las 20:50 h.

Como manda la tradición. Agitando las palmas y los ramos recibieron pontevedreses, arousanos y dezanos a la Semana Santa. La lluvia permitió que miles de personas salieran a las plazas para participar en los festejos del Domingo de Ramos. La cita más multitudinaria, la de Pontevedra. La más original, la de Paradela, donde los vecinos escenificaron la entrada de Jesús en Jerusalén a lomos de una burra de verdad.

La lluvia, prevista inicialmente, respetó la mañana del Domingo de Ramos en Pontevedra. El traslado de la imagen de Jesús entrando en Jerusalén desde la iglesia de San José fue seguida por bastante público, aunque la mayor parte esperaba desde antes de las doce en el entorno de la escalinata de la iglesia de San Francisco. Antes de que se iniciara la bendición de palmas y ramos, pequeños y mayores se acercaron a la imagen, conocida popularmente como «La burrita». «¿Le pegaste ya a la burrita?», preguntaba una abuela a su nieto. Y es que muchos niños más que bendecir sus palmas casi golpeaban la imagen. En este Domingo de Ramos de cielo cubierto, pero donde hasta llegó a asomarse el sol, convivieron en armonía la devoción religiosa, la tradición de familias enteras y hasta la curiosidad del turista extranjero o del despistado.

En Arousa, Vilagarcía fue la localidad más madrugadora en eso de bendecir ramos, seguida de Cambados. La plaza de Fefiñáns se llenó de pequeños y mayores con las manos llenas de palmas y olivos. Media hora después, el mismo acto se celebró en Paradela, en Meis. Con una diferencia, Jesús iba subido en una burra de verdad. El animal recorrió el trayecto hasta la iglesia, adornado con ramas de palmeras y flanqueado por soldados.

La plaza de la Farola, en A Estrada, también vivió un multitudinario Domingo de Ramos, con niños vestidos de judíos. El periplo religioso remató en la iglesia, donde hubo más actos litúrgicos. Hubo bendición también en O Corpiño y en Lalín.