Destrozan y desvalijan el piso del que fueron desahuciados por no pagar el alquiler mensual

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

La pareja pontevedresa ha sido condenada a un año de cárcel

10 abr 2019 . Actualizado a las 20:08 h.

Cuando a principios de mayo del 2012, un matrimonio pontevedrés, junto con sus hijos, alquiló un piso de su propiedad a una pareja poco se imaginaba los quebraderos de cabeza que iba a tener al cabo de unos pocos meses. Y es que no había transcurrido ni un año cuando un juzgado de Pontevedra autorizaba el desalojo de la pareja por impagos de alquiler. De hecho, los titulares del inmueble relataron que «los inquilinos pagaron un mes o dos y, a partir de ahí, no atendían a sus llamadas», al tiempo que señaló que fueron al piso en varias ocasiones, pero «nadie les abría la puerta», circunstancias que propiciaron la demanda de desahucio.

De este modo, cuando el 9 de enero del 2013 se produjo el desalojo, la sorpresa de los propietarios fue mayúscula a la par de desagradable. Y es que los inquilinos rompieron las persianas, arrancaron las guarniciones de las puertas, así como sus marcos, y la instalación eléctrica.

De igual modo, y «con ánimo de enriquecerse ilícitamente, se llevaron la casi totalidad de los muebles reflejados en el inventario». En la sentencia que de la cocina se echaron en falta la nevera, mesa y sillas, pero también la puerta, mientras que de los dormitorios desaparecieron la totalidad del mobiliario junto con la instalación eléctrica, las guarniciones y puertas. Otro tanto ocurrió en los cuartos de baño, donde no quedó rastro de la ducha, lavabos, inodoro, bidé, grifos y la mampara de uno de ellos; y en la entrada de la vivienda sustrajeron la lámpara y el portero automático.

La Audiencia de Pontevedra tiene claro que estos hechos son constitutivos de sendos delitos de daños y apropiación indebida. Por este último cargo, la Audiencia impone un año de prisión a la pareja, mientras que por el primero les cayó una multa 2.160 euros, al tiempo que se les impuso el pago de una indemnización a los propietarios del piso de algo más de once mil euros.

En su descargo, el inquilino mantuvo que solo residió en este inmueble poco más de un mes, ya que entonces rompió la relación con la coacusada y se marchó de la vivienda «dejándola en perfecto estado». Por su parte, la que había sido su pareja y madre de sus hijos mantuvo que dejó las llaves del piso a la inmobiliaria y que avisó a la dueña, extremo que esta rechazó de plano. En todo caso, la Audiencia considera que los argumentos de los encausados carecen de pruebas que los respalden.