Un jurado popular sin agua, cena y, prácticamente, sin cama donde dormir

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

LOPEZ PENIDE

Malestar en la Audiencia por lo que consideran falta de previsión de la Xunta en la atención a los integrantes del tribunal que participó en el juicio por el crimen de la desbrozadora

03 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Imagínese que es designado jurado para intervenir en un juicio por un supuesto asesinato. Imagínese tener que deliberar durante todo un día a puerta cerrada sin prácticamente un vaso de agua que echarse a la boca. Imagínese que las horas pasan y, ya entrada la noche, les comunican que tienen que pasar aislados hasta el día siguiente, pero no se ha previsto dónde tienen que dormir o qué tienen que cenar.

Pues, a grandes rasgos, esto es lo que vivieron los once integrantes del tribunal popular -nueve jurados más dos suplentes- designados en la vista oral que juzga el conocido como crimen de la desbrozadora. Las fuentes consultadas en el seno de la Audiencia de Pontevedra mostraron su malestar por lo que consideraron fue una falta de previsión por parte de la Xunta de Galicia, que es la Administración que tendría que velar por las necesidades de los miembros del jurado.

En este sentido, precisaron que ya durante la jornada del lunes se encontraron con que no se disponía de botellines de agua, situación que se fue solventado a medida que surgía la necesidad.

Los problemas más acuciantes surgieron cuando el tiempo se echó encima y se comprobó que el jurado tenía que hacer noche en Pontevedra completamente aislado de cualquier información que pudiese afectar a su deliberación. Eran cerca de las once de la noche y el personal de la Audiencia de Pontevedra comprobó que no se había previsto esta contingencia. Pero es que tampoco se había previsto la cena. «Non apareceu ninguén dos que tiñan que poñer os medios», insistieron, al tiempo que remarcaron que era público que el jurado estaba reunido para abordar la culpabilidad o no de José Luis Viéitez, acusado de matar a su vecino José Carlos Álvarez y causar lesiones graves a la hija de este con una desbrozadora.

Estas mismas fuentes resaltaron que la situación que se generó acabó determinando que el letrado de la Administración de Justicia adscrito a la sección segunda decidiese tomar cartas en el asunto y ocuparse personalmente de encontrar una solución. De este modo, consiguió encontrarles un hotel donde pernoctar, así como que les preparasen una refrigerio para cenar.