El gol tempranero de Renan desequilibró un encuentro en el que no hubo más tantos aunque sí ocasiones
01 abr 2019 . Actualizado a las 09:49 h.?Lo intentó con todas sus ganas el Ribadumia, pero no tuvo recompensa. Lo cierto es que no tuvo ni el empate. La derrota de este domingo supone un tropiezo doloroso, sobre todo porque el calendario funciona como un recordatorio doloroso: los locales no ganan desde hace cinco jornadas. Cuatro empates por el camino y, ahora, una jornada sin puntuar.
Fue un duelo complejo para ambas escuadras. El Ribadumia pecó de poca intensidad a lo largo de la primera parte y el Ourense supo aprovecharlo. Innegablemente, el gol de Renan en el minuto tres hizo que el partido estuviera condicionado por el marcador y fueran los locales los que tuvieran que esforzarse más si no querían sufrir el castigo que finalmente obtuvieron.
En la segunda mitad, los jugadores del Ribadumia salieron mucho más metidos en el partido, e incluso gozaron de alguna ocasión clara. Por desgracia, volvieron a adolecer de una tradición negativa que llevan arrastrando toda la temporada: no finalizar correctamente las jugadas.
El Ourense aguantó, y lo hizo de manera espléndida. Se vio forzado a sacar dos jugadores juveniles el campo, y notó la ausencia de Sergio de Paz que abandonó el terreno de juego lesionado. Con todo, supieron resolver la ecuación y el único tanto del partido les valió para llevarse los tres valiosos puntos.