El Peixe barre al líder de la tabla

C. Pereiro PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

LEB Plata Los alicantinos no pudieron contener a unos marinenses acertadísimos

29 mar 2019 . Actualizado a las 22:42 h.

?Sidibe (4), Pitts (2), Soriano (5), Rodríguez, Garrido (6), Obiekwe, Díaz (8), Conde (10), Larsson (3), Schmidt (9), Toledo (6), Galán (3).

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Badmus (16), Gregory (15), Vashil (8), Antonio Pantín (4), Orellano, Jorge Romero (13), Sevillano (3).

Parciales: 9-16, 21-14 (30-30, descanso), 14-22 (44-52) y 13-12 (57-64, final)

Árbitros: López Herrada, Enrique Miguel; y Mas Cagide, Víctor.

Incidencias: Partido perteneciente a la jornada 16 de la LEB Plata, disputado en el pabellón Pedro Ferrándiz, Alicante.

Trepidante inicio de un duelo que se anunciaba ambicioso en emociones. Alicante, peso pesado de la LEB Plata, con una racha de siete victorias consecutivas, se presentaba como un anfitrión difícil de asimilar. Con todo, consiguió el Peixe lucirse en el primer cuarto. Supo responder a los alicantinos y llevó el partido a su terreno. Aseguró los disparos y aprovechó los fallos de un equipo local que no se encontraba sobre la cancha, con muy poca puntería. Los de Llorente doblaron en el luminoso a los jugadores de un Alicante poco reconocibles. 9-16 al final del primer cuarto, gracias a una última canasta de los locales que conseguía recortar distancias.

Llorente y Rivero dieron las órdenes pertinentes durante el breve parón. El primero quería mantener la dinámica, el segundo machacarla. Ajustaron las miras telescópicas los mediterráneos y lograron poner el 15-18. No se amedrentó el Peixe que optó por la misma vía para mantener el colchón de puntos. Muy concentrados los marinenses en los rebotes se movían de manera ágil en las transiciones que despistaba a Alicante y obligaba a sus jugadores a fallar más de la cuenta.

Demostraron los azules cierto talento para jugar desde el exterior. Visiblemente cómodos y crecidos, forzaban errores y ganaban rebotes a un rival al que, ciertamente, le salían muy pocas cosas, o, al menos, muchas menos que de costumbre.

Badmus, Romero y Gregory hacían daño con sus tiros a un Alicante que poco a poco se iba llenando de faltas pero que quiso subir una marcha. Recortando y distancias poco a poco forzó pérdidas de balón al Peixe y consiguió ponerse al rebufo en el marcador. En rojo, 24-28, y tiempo muerto por parte de Llorente para reorganizar el juego.

Acertó la escuadra local dos tiros libres y no le quiso entrar el balón a Pantín en la siguiente. Un tiro libre más acertado tras la falta en defensa y el duelo que se asomaba a las tablas. Pudo encestar Orellano pero dudó demasiado en un lanzamiento bastante claro y se quedó sin tiempo. Forzaron los de Rivero otros dos tiros libres, fallando el primero y acertando el segundo. 30-30 al descanso.

Y se puso por delante Alicante con un triple magistral, nada fácil. Respondió el Peixe y el partido que empezó a estar electrificado. 35-34 tras un toma y daca de libro.

Alejando nervios y presiones, los de Llorente sabían mover la bola y lograban ponerle a Badmus un triple en bandeja que también marcaría de dos en el siguiente ataque. El luminoso arrojaba un 38-41 y los de Marín sonreían viendo serias posibilidades de sacar oro en su salida. Ejemplar también Jordan, tanto en tareas de asistencia como de anotador. Metió el último del tercer cuarto y dejó a su equipo ocho por encima.

Soñaba el Peixe con vencer a un líder tocado. Jugaban los marinenses a un nivel altísimo, dominando y complicándole la vida a un rival que veía su racha de siete victorias seguidas peligrar. Mucho. Catorce puntos por debajo se veían los locales.

Se revolvieron los hombres de Rivero. Propinaron un par de golpes a los azules que se veían con muchas faltas. Difícil arbitraje y extraño a ratos para ambas escuadras. Aguantaba el Peixe de pie, que nadaba en ataque y ahogaba en defensa. Triple de Romero que noqueaba a un Alicante casi incapaz de anotar. Partidazo de los marinenses. Sonríen al sonar la bocina. Vuelven a casa.