El presidente del Clúster de la Madera de Galicia, Xosé Manuel Iglesias, indicó que no le compete valorar un proceso judicial, pero sí rogó a la Administración que «se marquen bien las reglas del juego», porque se «transmite una imagen de dudosa credibilidad» ante los inversores.
En cuanto al posible cierre de la fábrica, «tendría unas consecuencias en el mundo rural de muchos millones de euros que están muy distribuidos por causa del minifundio entre miles de familias». Si Ence echa el candado en Pontevedra, además de los puestos de trabajo directos, se produciría una destrucción del tejido económico a su alrededor que, además, dejaría a Galicia en la cola del sector forestal durante mucho tiempo. Transportistas, productores, transformadores tendrían que cerrar y «cuando quisiéramos retomar otro proyecto ya no tendremos esa red». Galicia, principal reserva maderera de España, se expondría a perder «una oportunidad importante» en sectores de futuro, como la bioeconomía, en la que Ence es una pionera en España.