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De querer ser pintora a convertirse en una microbióloga de referencia

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

ACUICULTURA

CAPOTILLO

La investigadora Alicia Estévez Toranzo contó a alumnos en Edugal cómo es su trabajo en acuicultura

01 mar 2019 . Actualizado a las 05:05 h.

Es un referente en el campo de la investigación en acuicultura. La microbióloga Alicia Estévez Toranzo (Pontevedra, 1955) cumplió su propósito de hablar sin tecnicismos durante la charla para alumnos que ofreció este jueves en Edugal. La secretaria xeral de Igualdade de la Xunta, Susana López Abella, fue la encargada de presentar a la investigadora y de enumerar en breves pinceladas su extensa y premiada trayectoria.

El título de la exposición de Alicia Estévez Toranzo era Impulsando as vocacións STEM: Experiencia e traxectoria dunha científica Premio Wonenburger. Y lo hizo dejando claro que, como «investigadora sénior» que es, una de sus funciones es fomentar y entusiasmar a las nuevas generaciones en la investigación. Haciéndolo, eso sí, desde un punto de vista divulgativo. «A veces empleamos una terminología que en lugar de animar desincentiva», reconoció.

La microbióloga subrayó que la ciencia va unida a la tecnología y que la investigación científico tecnológica es imprescindible para que la sociedad avance. En su caso, su campo, la microbiología, está muy ligado a la genética, la inmunología, la química, la física y la informática. «La informática es fundamental para cualquier tipo de investigación, al igual que las matemáticas y la estadística», remachó. Alicia Estévez Toranzo se dedica a la patología de enfermedades acuáticas. Pero, ¿cómo acabó ahí? Ella misma lo explicó. «Somos como los médicos de los animales acuáticos. Yo de niña no lo sabía, la vida va a deparar la salida profesional. Cuando estudiaba lo que equivale a 3º o 4º de la ESO pensaba que iba para pintora. Hasta que un profesor en el último año de bachillerato, tan entusiasta con la biología, me hizo cambiar de opinión». La investigadora codirige en Santiago el grupo de investigación en Patología de Animales Acuáticos. Destacó que «somos un montón» y que el grupo es paritario, «con 50 % de hombres y 50 % de mujeres».

Echó mano de su experiencia y aseguró que todos los equipos de investigación que son paritarios son más productivos. «Es cierto y más divertido, porque además de investigar también salimos de fiesta», contó. Relató el éxito experimentado por la acuicultura gracias a las innovaciones en tecnología y nutrición. Entre las tecnologías de cultivo citó jaulas flotantes, piscinas de agua dulce o tanques de cemento. Su grupo no solo hace investigación, sino también servicios a empresas y asesoramiento. La principal línea de investigación del grupo es el estudio de enfermedades, bacterias y virus en acuicultura, y otra línea, la seguridad alimentaria.

La labor de estos científicos es diagnosticar las enfermedades y conseguir vacunas efectivas. Los métodos más utilizados son la inyección y el baño. «Los peces no hablan, por eso los abrimos y vemos de qué mueren», resumió Alicia Estévez Toranzo, que hizo hincapié en que los peces también tienen enfermedades de transmisión sexual. Se despidió con un mensaje a las puertas del 8M: «Las mujeres podemos, podéis ser lo que queráis. Que no os frene nadie. En mi caso, yo siempre me sentí respetada. Como decís vosotros, ‘Espero no haberos dado la chapa’». Más coloquial e interesante, imposible.