«Queremos que se les haga más llevadera la experiencia del hospital»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

Cuatro alumnos del SEK de bachillerato internacional relatan por qué hacen voluntariado con niños del Provincial

27 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Candela Vilanova, de Pontevedra, y Alba Quintas, de Vigo, ya se han estrenado haciendo servicio de voluntariado con niños ingresados en el Hospital Provincial de Pontevedra. A sus compañeros Rosa León y Gianni Iannelli, ambos de la ciudad, les tocará en breve. Estos cuatro jóvenes de 16 años cursan bachillerato internacional en el colegio SEK-Atlántico -único centro que lo ofrece en la comarca de Pontevedra-. Una modalidad en la que, según cuentan estos estudiantes, hay seis asignaturas que son obligatorias tanto en ciencias como en letras y que consideran «más flexible» para encaminar su futuro profesional. Dentro del bachillerato internacional los alumnos tienen que hacer 150 horas de CAS entre los dos cursos. ¿Y qué es eso de CAS? Este acrónimo se refiere a creatividad, actividad y servicio. Y dentro del servicio se engloba el voluntariado que hasta ahora prestaban en Cruz Roja y que este año se amplía al Provincial. Una labor sobre la que después tendrán que reflexionar como parte de su formación más allá de la académica.

Es voluntario, pero ninguno de los cuatro se lo pensó. «Para esto siempre se saca tiempo», subraya Candela. Dos veces por semana, lunes y viernes, hacen este servicio con menores que están ingresados en la planta de Pediatría. Van dos horas cada día durante un mes y medio. Mabel Ortigueira, la profesora que presta apoyo educativo a los niños en el Provincial, destaca lo que aporta este voluntariado: «Ayuda a los niños a normalizar su situación, a que salgan de la habitación y estén con otra gente. Son un apoyo que les hace la estancia más agradable».

Los pacientes de Pediatría tienen entre 3 y 15 años. Apendicitis y fracturas de extremidades suelen ser las patologías más frecuentes. Candela comenta que quieren aprovechar la cercanía del carnaval para hacer máscaras y decorar la sala. «Queremos que se sientan activos e integrados», dice. Alba explica que entre las actividades que comparten con los pequeños está jugar con ellos, leer libros e incluso practicar inglés empleando este idioma para los colores o los animales. «También pensamos en manualidades con material reciclado para que luego lo hagan ellos en sus casas», añade Alba.

«También vamos a aprender»

Rosa ve en el voluntariado una forma de alegrarle la vida a los niños, de hacerles compañía y de liberar unas horas a sus padres. «A mí me gustan mucho los niños y cuando lo conté en casa les pareció muy bien. Nosotros también vamos a aprender». A su lado, Gianni remacha que «queremos contribuir a que se les haga más llevadera la experiencia del hospital donde las horas se pasan más lentas». En la sala que comparten para este reportaje también hay tiempo para tocar su futuro profesional mientras esperan su tutora, Ana Fernández, y la coordinadora del bachillerato internacional, Yolanda Cenamor.

¿A alguno le tira la sanidad?, se les pregunta. Candela no lo duda: quiere ser cirujana. «Me da miedo porque es una carrera difícil y larga, pero siempre me llamó». Tanto que hasta tiene un juego en el que simula que opera. Alba, que cursa la opción mixta del bachillerato, se debate entre Biología o Relaciones Internacionales. «La biología enfocada al campo de la investigación siempre me gustó, así que no sé todavía qué voy a hacer», señala. Rosa apuesta por Psicología y Pedagogía, aunque entre sus planes también está opositar para entrar en el Ejército. Y Gianni quiere estudiar Administración y Dirección de Empresas (ADE) y Derecho.