Construyen una casa en parte de los terrenos donde se buscó a Sonia Iglesias

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

La vivienda se levanta a unos 30 metros del pozo, uno de los focos de las pesquisas

23 feb 2019 . Actualizado a las 20:15 h.

Vecinos del entorno de San Mauro no salen de su asombro desde hace unas semanas, concretamente, desde el momento que empezaron las obras para construir una vivienda unifamiliar en parte de los terrenos donde la Policía Nacional centralizó sus esfuerzos en lo que fue, hasta ahora, la última batida para tratar de localizar el cuerpo sin vida de Sonia Iglesias, la pontevedresa desaparecida en agosto del 2010.

Fue exactamente hace un año, el 20 de febrero del 2018, cuando un nutrido número de agentes, tanto del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas, GOIT, como de brigadas científicas y seguridad ciudadana se desplazaron hasta una propiedad vinculada con la familia de Julio Araújo, pareja sentimental de la pontevedresa y padre de su único hijo. Las pesquisas se centraron entonces en el interior de este domicilio, donde se llegaron a realizar excavaciones, así como en una fosa séptica y un pozo, actuaciones que se completaron con una serie de catas en las parcelas anexas a la vivienda encaminadas a tratar de localizar cualquier posible vestigio biológico.

En esta inspección, la Policía Nacional echó mano, incluso, de un georradar con el que se examinó el subsuelo para determinar la presencia de posibles restos orgánicos que hubieran sido enterrados. Precisamente, la vivienda que se está construyendo se ubica a escasa distancia -a unos treinta metros, a decir de los vecinos- del pozo cuya agua tuvieron que bombear los Bombeiros de Pontevedra para permitir una inspección más exhaustiva.

Veinticuatro horas más tarde, tanto Julio Araújo como su hermano tuvieron que comparecer en la Comisaría Provincial para prestar declaración. Sin embargo, en ningún momento, llegaron a estas investigados en la reapertura de este sumario, confirmó el propio fiscal jefe Juan Carlos Aladro.

Segundo archivo

Meses después, en julio, la instructora de la causa abierta, la magistrada del Juzgado de Instrucción número tres de Pontevedra, decretaba un nuevo archivo provisional, el segundo El motivo, que no se hallaron «indicios concluyentes para continuar la investigación en curso».

A diferencia de lo que ocurrió con el primer sobreseimiento, la Fiscalía optó por no recurrir la decisión ante la Audiencia Provincial. Desde entonces, tanto desde el ministerio público, como desde la Policía Nacional han insistido que, si bien la causa está archivada de forma provisional a nivel judicial, no ocurre lo mismo con la investigación policial. De hecho, el cuerpo sigue destinando agentes para continuar con las pesquisas y seguir posibles nuevas líneas indagatorias.

Y mientras tanto, con fecha de noviembre del año pasado se concedió una licencia para construir una vivienda unifamiliar compuesta por una planta baja y un primer piso. «Non entendo nada. Tanto lío coa poli para logo isto», resumía un vecino.