Tropiezo sin consecuencias para el Peixe en Gijón

C. Pereiro PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

16 feb 2019 . Actualizado a las 21:50 h.

Aunque empezó titubeando el Peixe, los de Javi Llorente supieron remontar un primer cuarto que empezó muy de cara para la escuadra local, pero que tras carburar y embragar, los marinenses supieron meter la marcha adecuada y hablar de tú a tú en la cancha.

A sabiendas de que no se jugaban nada, los baloncestistas azules podían jugar con la tranquilidad de los deberes hechos. La permanencia en la categoría ya estaba asegurada y el partido de ayer solo suponía un pequeño test de cara al comienzo de la verdadera batalla, la del ascenso a LEB Oro.

De la misma manera que el Peixe se fue haciendo más grande, el Gijón sufrió un episodio similar pero a la inversa. De unos minutos iniciales muy ambiciosos, se pasó a varios y continuados errores, llegando a no puntuar durante los cuatro minutos finales del primer cuarto.

Tras el breve parón se puso por encima un Peixe que cuando quería se veía superior, aunque el Gijón no estaba por la labor de dejarse llevar, por eso vuelve a coger la batuta del concierto y atribuirse una nueva sinfonía de aciertos bajo canasta que lo lleva a ponerse por encima hasta dejar el luminoso en un 47-36 al descanso.

El partido mantuvo la tónica durante el tercer cuarto, con un combinado local llevando la voz cantante y un Peixe amenazante que no dejaba que se acabara de ir. De nuevo Jordan Gregory se echó el equipo a la espalda y tomó el relevo Onwuasor como anotador del encuentro.

Cuesta arriba para el Peixe el último cuarto, en el que se llegó a ver casi más de veinte por abajo. Acusaban el cansancio los marinenses, sin Badmus ni Romero ayer, y sin nada en juego tampoco. Tropiezo abultado al final, aunque sin consecuencias reales para los azules.