Los veteranos de la retaguardia

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMÓN LEIRO

Lloria y Santana defienden la portería del Teucro desde hace tres años

06 feb 2019 . Actualizado a las 08:00 h.

Desde su posición dominan la pista, tienen una visión privilegiada de su equipo y del rival, que aderezan con la veteranía formando un combinado que intenta dar aplomo al Teucro en un año en el que han partido de cero en septiembre y lo han vuelto a hacer en esta segunda vuelta. Paliaron la marcha de dos jugadores con la llegada de tres, lo que ha obligado al equipo a volver a engrasar toda su maquinaria. Javi Santana y Lloria se encargan de dar impulso desde la retaguardia. Llegaron a la casa azul hace tres años para renovar la portería. Dos formas de pensar, de ejecutar y de trabajar, pero un único fin: parar.

Sus trayectorias son tan similares, con 39 y 35 años, respectivamente, que en esta temporada hasta las estadísticas van de la mano. Cada uno de ellos lleva 65 paradas en 16 partidos y un promedio de 4,06 por encuentro, según los datos recogidos por Asobal. «Aún así somos muy diferentes, yo tengo más envergadura y él es más explosivo, nos colocamos de forma distinta», analiza Santana, que reconoce que tiene mejor el cuerpo que la cabeza después del esfuerzo de estos años. En el campo son inconfundibles. Se aconsejan, se respaldan cuando las cosas no salen, son un tándem que como dice el portero canario con cierto humor «vamos a nuestra bola, pero integrados tanto dentro como fuera de la pista».

Jorge Lloria, por su parte, parece más templado bajo palos. «Cada uno tiene sus cualidades, quizás soy más intuitivo, pero a la hora de plantear un partido no hay tantas diferencias, no hoy encuentros para Javi o para mi», comenta el meta vigués. Tanta similitud se rompe ligeramente en la efectividad. Mientras Santana tiene un 20 %, Lloria suma un 2 % más. No son porcentajes demasiado elevados. Pero es que su tarea depende en parte del trabajo defensivo. Y ahí el Teucro, hasta ahora, ha pinchado en hueso. «Ahora estamos mejor que hace unos meses, la defensa es más fuerte, que a nosotros es la parte que más nos afecta, estamos algo más protegidos», señala Santana, en referencia a la llegada de Vicente Póveda, Ismael Bela y Piovarzcki. Su compañero de fatigas completa esta esperanza asegurando que «ahora estamos menos descompensados, hemos ganado en madurez y los que eran debutantes ahora conocen a todos los rivales y saben que tenemos posibilidades de ganar».

En el último partido frente al Sinfín no pudo ser, pero como dice Lloria, la mezcla de juventud, lesiones y malos resultados fueron haciendo mella en una plantilla que necesita empezar a creer en ella para no perder el tren de Asobal. «Nuestro función es aportar experiencia, indicarles desde que lado preferimos que tiren, pero sobre todo, motivarlos y darles consejos», asegura Javi Santana, que cree que la veteranía en Asobal de ambos porteros les permite entender la claves del campeoanto a medio y largo plazo. En ese contexto saben que están ante un año complicado en el que la lucha por la permanencia se librará hasta el último día. Ellos están dispuestos a dejarse la piel en la batalla. Tienen más fuerte el cuerpo que la mente. Santana, capitán del equipo, reconoce que «a veces el desgaste de intentar sacar todo adelante te pasa factura». Lo de retirarse sobrevuela de vez en cuando su cabeza, mientras Lloria asegura que con 35 años hay que cuidar más el físico, pero «hay porteros en activo que me hacen joven», bromea. Los jugadores se unen a la nómina de veteranos que encabeza Cutura. Es trabajo de los tres sacar adelante a un equipo novel. Ellos son la retaguardia.