La Xunta quiere que Costas aclare cómo prevé regenerar Elnosa

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

emilio moldes

Medio Ambiente pide que Madrid defina la actuación en los terrenos de la fábrica

03 feb 2019 . Actualizado a las 19:44 h.

La Xunta de Galicia quiere ser tenida en cuenta en la regeneración de los terrenos ocupados por la fábrica de Elnosa, una vez que se decretó desde el Estado la caducidad de la concesión de la electroquímica, siguiendo un expediente que se abrió en vía administrativa por una orden de la Audiencia Nacional. La actividad de Elnosa ya cesó el año pasado, pero la fábrica sigue en pie y tendrá que demolerse. También se tendrá que aplicar un programa de descontaminación de los terrenos donde se asienta el complejo fabril.

Sin embargo, ni Costas, como Administración superior competente, ni el grupo portugués Bondalti, al que pertenece Elnosa, han hecho públicas sus intenciones sobre este asunto. Ni en público ni a la otra Administración implicada en este asunto, la Xunta de Galicia. Ningún departamento autonómico ha recibido notificación alguna sobre este particular y, transcurrido un tiempo desde que se supo del cierre de la factoría, ahora es la Xunta quien mueve ficha. El Ejecutivo gallego reclama a la Administración estatal que aclare sus dudas y cuente con ella para la ejecución de este proyecto ambiental en Lourizán. Desde el departamento autonómico correspondiente, en el marco de la Consellería de Medio Ambiente, se ha hecho una solicitud al Servicio Provincial de Costas en Pontevedra, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica.

En este escrito se pide que se emita «un informe sobre as condicións de reversión de ditos terreos». Asimismo, se reclama que se informe sobre cómo se va a «proceder co proxecto de desmantelamento», un documento en el que se fijarán «as condicións para levar a cabo o mesmo». Y es que aunque la decisión sobre la vigencia o no de la concesión fue competencia de Madrid, es a Santiago a quien le toca la tutela de que estos procedimientos se hagan de forma correcta. La Consellería de Medio Ambiente indica, por esta razón, que está a la espera «da decisión por parte do Goberno do Estado».

En el último pronunciamiento del Grupo Bondalti sobre su marcha de Lourizán, se limitaron a estimar en dos años el plazo que necesitarían para poder rematar su retirada de los terrenos de la antigua concesión.

Silencio en el ministerio

En aquel momento, solo indicaron que se derribarían sus instalaciones y descontaminarían la parcela, sin concretar nada más, aparte de una dura acusación contra la Costas y el Concello de Pontevedra por la deriva del expediente de la concesión. Desde entonces, no ha trascendido nada más. Y Costas tampoco ha sido especialmente locuaz. Pese a reiteradas consultas nunca se ha pronunciado ante los medios de comunicación sobre esta situación.

La Autorización Ambiental Integrada (AAI) del año 2017 fue la última para esta fábrica, con la previsión de que saliese adelante el recambio tecnológico del mercurio a membrana en la producción de cloro. En ese documento técnico se contemplaba un área de actuación de 1.150 metros cuadrados para los trabajos de retirada de los aparatos de producción obsoletos y hasta siete catas a tres metros en la finca para comprobar el estado del suelo, con una retirada de tierras no cuantificada. Como lo que ha ocurrido es un cierre y no un recambio tecnológico, la AAI se ha quedado corta en su previsión ambiental porque ahora lo que toca es el desmantelamiento.

Bondalti recurrió a la compra de una fábrica en Torrelavega como alternativa a Galicia

El grupo portugués CUF -nombre que utilizaba la actual Bondalti- se hizo con la fábrica de Solvay en Torrelavega (Cantabria) en noviembre del 2017. Era la plasmación de un plan alternativo ante las dificultades serias que encontraba para poder garantizar la continuidad de su factoría de Pontevedra con la marca Elnosa. En esas fechas, Bondalti ya anunció una inversión de 55 millones de euros para la planta cántabra, si bien mantenía su discurso de que seguía interesada por la fábrica gallega, que finalmente dejó sin actividad al año siguiente.

En Pontevedra el grupo luso anunció que continuará, en una ubicación diferente, un centro administrativo y comercial para sus productos en Galicia. De la plantilla de la electroquímica, unos se prejubilaron, otros se recolocaron en Torrelavega, algunos en Ence y otros fueron al paro.