«A un bebé que falleció hay que llamarle por su nombre, no diciéndole feto»

m.hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

La supervisora de partos del Hospital Provincial explica cómo debe trabajar una matrona

12 ene 2019 . Actualizado a las 13:42 h.

Natalia Alonso, supervisora de partos en el Hospital Provincial, tiene muy claro cómo debe trabajar una matrona: «Hay que hacerlo en base a la evidencia científica y teniendo en cuanta las necesidades y peticiones de la madre». Con esta premisa comienza la entrevista.

-Hablemos de un parto natural en el Hospital Provincial, ¿cómo es el protocolo, como se desarrollan las cosas?

-Pues yo siempre digo que es importante hablar y conectar con la mujer que ha empezado el trabajo de parto. Hay que mirar su plan de parto, que habitualmente tienen ya confeccionadas sus matronas, observar sus preferencias en cuanto a cosas como la epidural o la lactancia y, sobre todo, hay que escucharla. Tiene que sentirse cómoda. Parir marca a la mujer para toda la vida, es fundamental que se sienta segura y protegida. Y quiero añadir algo. Si a las mujeres de parto hay que cuidarlas mucho, la atención a aquellas mujeres y sus familias que hayan sufrido la pérdida de un bebé tiene que ser exquisita.

-¿Y cómo se ayuda a una familia que acaba de perder a un bebé, ahora que este asunto está en el centro de debate?

-Trabajando con cuidado, con propiedad, llamando al bebé por su nombre y no diciéndole feto. No diciéndole que ya tendrá otro, que esto pasaría por algo... y creando recuerdos para ellos, con fotos o huellas...

-Ese tacto del que usted habla con todas las parturientas, ¿incluye también ser comprensivos con el dolor físico, aunque se manifieste con gritos?

-Por supuesto. Si una mujer tiene que gritar, que grite. Aquí no se le calla la boca a nadie. El parto, como dije, va a marcar a la mujer. Tiene que estar cómoda.

-¿Hay servicios en el hospital para facilitar esa comodidad a la hora del trabajo de parto?

-Nunca son suficientes, pero es cierto que tenemos determinadas cosas, como las duchas o la bañera, que usamos mucho. Igualmente, tenemos también la telemetría, que es la monitorización sin claves, algo que favorece que la mujer se pueda mover. Igualmente, apostamos por el piel con piel sin importar si es un parto natural, instrumental o cesárea.

-¿Cómo llegan las madres, vienen con la idea de esos partos de película donde todo son gritos o hay otra visión?

-Hay de todo. Hay quien cree que va a ser algo horrible pero hay quien también se pone unas expectativas muy altas en cuanto a no pasar dolor que luego no se cumplen. En general creo que las mujeres acuden poco a los cursos de preparación para el parto, que son muy importantes. Acaban fiándose de Internet cuando es mucho mejor hacerlo de las matronas y acudir a los cursos.