Vecinos creen que les vigilaron antes del violento asalto a una casa en Beluso

Marcos Gago Otero
marcos gago BUEU / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

Dos hombres ataron con cuerdas de persiana a tres adultos y a un niño de cuatro años

14 dic 2018 . Actualizado a las 05:05 h.

Nada hacía presagiar el violento asalto que sufrieron los propietarios de una casa de Sanamedio, en el lugar buenense de Bon, el pasado miércoles por la noche. Esta aldea, en la parroquia de Beluso, no se diferencia de las demás de la comarca. Y sin embargo, todo indicaba que algo raro pasaba. Los estaban vigilando y la casa elegida para el robo, la de un conocido armador, no fue casual. Al menos esta es la impresión que se llevaron los vecinos de las viviendas inmediatas a la asaltada, cuando ayer, a toro pasado, empezaron a encajar las piezas del puzle en torno al cruel asalto a la vivienda.

En el suceso, tres adultos y un niño de cuatro años acabaron atados con cuerdas, mientras los ladrones se llevaban joyas y dinero. Esta al menos es la versión de los vecinos, que se mostraron desconfiados ante la llegada de periodistas y televisiones interesados por el extraño caso.

La Guardia Civil mantiene abierto un operativo para intentar identificar y detener a los delincuentes. Por este motivo, la información procedente de fuentes oficiales es a cuenta gotas, y los vecinos se entregan a la especulación.

Los perros no ladraron

La vivienda asaltada se encuentra en el centro de un núcleo de casas, rodeadas por fincas. Los perros no ladraron esa noche, por lo que los vecinos de las viviendas inmediatas, creen que los delincuentes entraron en la parcela por la parte de atrás, en la zona más oscura y que linda con la ermita de Sanamedio.

Los ladrones encontraron en la vivienda a un matrimonio de unos 65 años, a su hija que acababa de dar a luz hacía unos días, a su nieto de cuatro años y al bebé recién nacido. Ataron a los adultos y al pequeño con las cuerdas de sus propias persianas, según la versión vecinal, y registraron a fondo el inmueble llevándose las cosas de valor. Luego se dieron a la fuga.

«Non saben nin por onde entraron nin por onde saíron», aseguró una mujer que habló con los afectados. Y es que el hombre logró soltarse de las ataduras y consiguió llegar, sobre las nueve y media de la noche, a la casa de esta vecina que también es su pariente. Ella lo atendió y llamaron a la Guardia Civil que montó el dispositivo de búsqueda en seguida.

De los cinco inquilinos de la vivienda, el matrimonio mayor fue el que se llevó la peor parte. La mujer fue atendida con una contusión leve, producida en el incidente. La mujer joven y los dos niños estaban ilesos afortunadamente. Con el susto en el cuerpo, los vecinos no daban crédito a lo ocurrido. Y las especulaciones se dispararon sobre un «coche farrapalleiro» que algunos vieron hacía unos días. Están seguros de que los vigilaron.