Elnosa echa el cierre tras 50 años en Pontevedra y aplica un ERE extintivo

PONTEVEDRA

emilio moldes

Solo mantendrá en la comarca una presencia comercial y administrativa

23 nov 2018 . Actualizado a las 16:24 h.

La fábrica de Elnosa en Pontevedra echa el cierre. El representante de industria de Comisiones Obreras y expresidente del comité de empresa, Avelino García, hizo público este miércoles lo que el grupo portugués Bondalti, propietario de la electroquímica, les comunicó el martes: la empresa desiste de seguir en Lourizán. No esperará a que Costas resuelva la caducidad de la concesión, un expediente que, por otra parte, todo parece indicar que será contrario a los intereses de la factoría. Así pues, Elnosa pone fin a su polémica trayectoria en Lourizán, donde empezó a producir en el verano de 1968, hace 50 años.

García manifestó que el ERE extintivo que les propone la compañía se aplicará por fases. A 31 de diciembre significará la marcha de 10 trabajadores; el 31 de junio del 2019 afectará a otros ocho y en julio del 2020 se irán los últimos tres. La presencia de Elnosa se limitará a siete personas, administrativos y comerciales, con una sede en la comarca, que no tiene por qué estar en el concello pontevedrés.

El portavoz de los trabajadores añadió que la empresa ha pactado el traslado de 17 personas a su nueva fábrica de Torrelavega, en Cantabria, donde se concentrará la producción del grupo Bondalti en España. Se trata de trabajadores de la plantilla actual y de algunos antiguos compañeros, ya despedidos en el marco de un primer ERE hace meses. Comisiones está haciendo esfuerzos para conseguir una salida laboral para la mayor parte de los afectados por el fin de la producción de Elnosa. De hecho, hay siete operarios que se han integrado en Ence. García afirma que la pastera ha mostrado «unha disposición moi boa» a asumir personal de Elnosa siempre y cuando los implicados cumplan con un perfil técnico adecuado.

Los trabajadores que seguirán todavía en la fábrica estos meses se dedicarán a las tareas de puesta a punto de las instalaciones para su desmantelamiento. La compañía ahora deberá plantear ante la Xunta un proyecto de demolición de las dependencias y la limpieza de los terrenos de su antigua concesión en Lourizán.

Por su parte, García también arremetió contra el gobierno del BNG en Pontevedra, al que acusó de obstaculizar el futuro de la empresa, y contra los Ejecutivos de Rajoy y Sánchez, por dilatar la resolución del expediente de caducidad de la concesión y «deixar morrer» la factoría.