1999
16 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El 1 de enero de 2002 en las cajas registradoras de los comercios pontevedreses se guardaban los mismos billetes y monedas que en las tiendas más exclusivas de París, Roma o Bruselas y los consumidores de la UE conocían una moneda común: el euro. Dos años antes, por estas fechas, ya nos preparábamos para abandonar las viejas pesetas y en esta ciudad se inauguraba la calle del euro, un ensayo del uso de la nueva moneda europea que puso en marcha la Cámara de Comercio. Treinta y cinco establecimientos de la calle de la Oliva participaron en este simulacro invitando a los clientes a realizar la conversión de pesetas en euros con réplicas de los modernos billetes y monedas.
La reacción fue de lo más variopinta, pero la mayoría de la gente se mostró inicialmente reacia a hacer el cambio. «Esto es un rollo patatero», decían. Un café 0,75 euros, una caña 1,50 euros y un cubata 3,1 euros. Eran los precios de entonces en una cafetería de la Oliva con la nueva moneda.