La policía científica trata de esclarecer el vandalismo en el pazo de Lourizán

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

Agentes de la Comisaría verificaron que, además, se produjo el robo de un ordenador

07 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Agentes de la brigada científica de la Comisaría de Pontevedra se han desplazado en los últimos días hasta el pazo de Lourizán para tratar los sucesos ocurridos este fin de semana en este histórico inmueble. De este modo, los policías recabaron toda clase de muestras y trataron de localizar indicios, ya fueran huellas o restos de otra índole, para tratar de identificar a los autores de los actos vandálicos que se acompañaron de un robo.

Las fuentes consultadas apuntaron en la dirección de que estos hechos se habrían producido en la noche del viernes al sábado. Aparentemente, fue entonces cuando personal adscrito a este edificio descubrió lo ocurrido comunicándoselo entonces al 091.

Añadieron que, en principio, dos son los delitos que se investigan. Por un lado, daños en el patrimonio histórico, ya que el inmueble y su entorno dispone de una protección integral, y, por otro, un robo con fuerza, ya que, días después de ocurrir estos hechos, los agentes pudieron verificar la sustracción de un ordenador personal que se encontraba, ya no en el pazo, pero sí en el edificio administrativo.

Por lo pronto, la tesis que manejan los investigadores es que, tras acceder al interior de los jardines que bordean el palacete, los sospechosos, confirmaron fuentes policiales, habrían reducido a añicos el cristal de la puerta del gran salón, así como realizaron pintadas en otras puertas y en algunas de las esculturas de piedra ubicadas en las escaleras de acceso de la fachada principal. Un reguero de latas de cerveza fue otra de las evidencia de su paso por el histórico pazo pontevedrés.

Estos hechos se suman a la situación de abandono que muchos expertos llevan meses denunciando y que derivó en el último trimestre del pasado año en un agria polémica entre la Diputación, propietaria del edificio, y la Xunta, que tiene cedido el uso del mismo hasta el 2021 merced a un convenio. La presidenta de la Administración provincial, Carmela Silva, instó al Ejecutivo gallego a que realizase las actuaciones pertinentes encaminadas a la rehabilitación del inmueble, unos trabajos que se estiman pueden requerir de una inversión de unos 14 millones de euros.