Rafa Domínguez tira de pontevedresismo

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

oscar VíFER

Anuncia que si es alcalde retirará la declaración de Mariano Rajoy como persona «non grata»

28 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Un «proyecto de ciudad» para Pontevedra que primará el empleo frente a un modelo urbano más reconocido fuera que en casa. Fue la máxima que los populares reiteraron este sábado en el acto de presentación de Rafa Domínguez como candidato a la alcaldía. El partido, con un lleno en el Teatro Principal, quiere remontar las encuestas e ir a por todas: gobernar en solitario. De momento se agarran a las «buenas sensaciones» que dicen notar y a su nuevo cabeza de lista.

Todo vale para apoyar a Rafa Domínguez. Desde la música de Coldplay con la que se abrió el mitin, a las más ochenteras de Katrina and The Waves y su Walking on sunshine o el Don´t Stop, de Fleetwood Mac, que sonó entre las intervenciones. Por valer hasta se apropiaron del grito de guerra de Rafa Nadal, tuneado en un «Vamos Rafa!!». Un vídeo abrió el acto. Se combinó la parte más política, con intervenciones de Pepa Pardo -la secretaria local-, Rueda, Feijoo o José Benito Suárez, con apariciones de vecinos y otras más sentimentales. No faltó el padre del candidato, también médico, o una paciente.

Ya metidos en arena, todos los discursos echaron mano del pontevedresismo de Domínguez. El presidente provincial, Alfonso Rueda, recordó que fue él quien le pidió al hoy candidato que saliera de su «zona de confort». Cuatro meses después de ese paso, ironizó asegurando que «ni Lores ha hecho tanto kilómetros como Rafa». Ana Pastor, presidenta del Congreso, apuntó que hay que mirar al futuro y ese futuro pasa por Rafa Domínguez, si bien recordó la contribución al partido de «viejos roqueros» como Arturo Pichel. «Ahora sí, Rafa va a ser alcalde. Hasta ahora se ha gobernado a golpe de viajes y del modelo Caballero, todo lo que se ha hecho y que han hecho otros, lo he hecho yo», en alusión al regidor de Vigo.

Antes del candidato, se subió al estrado el presidente del PPdeG y de la Xunta, a quien se le dio por los símiles médicos. «Cando unha cidade ten moito colesterol e glucosa ten demasiado paro. Aquí hai máis un monólogo que un diálogo», dijo. Repasó las inversiones en la ciudad, criticó que Pedro Sánchez sea presidente del Gobierno sin haber ganado ninguna elección y llegó a asegurar al hablar del Gran Montecelo que el suyo es «o partido da sanidade pública».

El protagonista agradeció la confianza e instó «a no dejarse engañar por la simpatía de Lores». Lo que calificó como su remontada empezó ayer y ya avanzó cuál será su primera medida si es alcalde. Retirar la declaración de Mariano Rajoy -entonces presidente del Gobierno- como persona «non grata», aprobada por el pleno en febrero del 2016. No dijo, eso sí, por qué fue. Quizá no tocaba aludir a la prórroga de 60 años más a Ence.