Vecinos y turistas se siguen bañando en el Umia pese a la alerta por el alga

Cristina Barral Diéguez
cristina barral CALDAS / LA VOZ

PONTEVEDRA

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La Xunta no actualiza los datos de las cianobacterias de la presa desde el 13 de agosto

24 ago 2018 . Actualizado a las 08:04 h.

Pese a que la preocupación social y política va en aumento por la proliferación de cianobacterias en el embalse del Umia, en Caldas de Reis, vecinos y turistas se siguen bañando en distintas zonas del cauce. En especial, en la cascada de Segade, en la parroquia de San Andrés de César, donde esta semana había grupos de jóvenes y algunas familias refrescándose del intenso calor.

Sí hay, sin embargo, residentes de cierta edad que crecieron en ese río que hoy alertan de los riesgos para la salud que puede tener, a medio o largo plazo, la exposición a esas aguas una vez que el embalse está en estado de alerta por cianobacterias. Uno de ellos es Rafael Froján. «Los que nos hemos criado en ese río sabemos cómo era. Hoy Caldas no es un sitio comercial, no puede competir con Vilagarcía o Pontevedra, y tendría que enfocar su futuro hacia la hostelería y el río, pero como está es inviable», subraya Rafael Froján.

La Consellería de Medio Ambiente decretó el estado de alerta en la presa de A Baxe el pasado 6 de julio, coincidiendo con el Festival PortAmérica. Los últimos datos del agua colgados en la página web de la Xunta se remontan al 13 de agosto. El alga Microcystis sp. es la cianobacteria dominante en el embalse, en la cola y en la captación de Segade. En los dos primeros puntos de control hay también presencia de otra cianobacteria, la Pseudanabaena mucicola. La presa de A Baxe es una de las tres de Galicia que están en alerta por cianobacterias junto a los embalses de As Forcadas y Cecebre, ambos en la provincia de A Coruña. El propio departamento autonómico reconoce que la proliferación de cianobacterias «constitúe un problema medioambiental e sanitario».

Tras la detección en el 2006 de la cianobacteria Microcystis en el embalse de Caldas, la Rede de Observación Ambiental de Galicia, en coordinación con Augas de Galicia y la Consellería de Sanidade, puso en marcha un programa de seguimiento y control de cianobacterias en la demarcación Galicia Costa. El protocolo, basado en las directrices de la OMS y la Universidad Autónoma de Madrid, se modificó y simplificó en el 2012. Desde entonces solo hay dos estados: de normalidad y de alerta. La proliferación de cianobacterias conlleva problemas de carácter ambiental y sanitarios. Malos olores, mal aspecto y efectos negativos sobre la fauna y la flora figuran entre los primeros. El riesgo de producción de toxinas, que no se da siempre, puede afectar al baño y al abastecimiento.