La empresa constructora da cuenta del avance de la obra que soterrará la línea eléctrica en el barrio
11 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Tras una década de esperas y problemas, parece que los vecinos de Monteporreiro verán la línea de alta tensión del barrio soterrada. La obra era un viejo anhelo en la zona que, sin embargo, ha sufrido retraso tras retraso hasta que el pasado mayo se inició de forma definitiva.
Ahora, la empresa subcontratada para la realización de la obra, Montajes JM Iglesias, afirma que todo marcha según los plazos marcados e incluso esperan tener la obra acabada antes de que finalice el mes de agosto. Los plazos de ejecución fijaban el 31 de este mes como fecha tope para la puesta a punto del cableado. Finalmente, todo hace indicar que será con anterioridad. «Nos queda instalar cuatro cámaras de empalme, dos mañana -en referencia al sábado 11- y dos la próxima semana. Antes del 31 se instalará el cable y se liberarán las torretas», afirma José Manuel Iglesias, gerente de la empresa.
Los trámites para dicha obra comenzaron hace ocho años, cuando una serie de problemas con los permisos y la falta de acuerdos entre el Concello, la Xunta de Galicia y la empresa Fenosa, frenaron los avances de dicha obra. En abril de este mismo año ya se comenzó a avanzar sobre el terreno y en mayo, la empresa encargada comenzó a realizar el soterramiento.
La obra es una demanda que los vecinos llevaban mucho tiempo pidiendo. Ante las obras que se llevan realizando desde hace meses, tanto la empresa como los vecinos han buscado la total convivencia para intentar solucionar cuanto antes el problema. «Con los vecinos hubo una sintonía perfecta. Tuvimos la suerte de ir haciendo cada obra en dos-tres días para no molestar a los vecinos. En fines de semana intentamos facilitar la salida dejando abierto un carril», comenta Iglesias.
La línea de alta tensión existente contaba con una línea de torretas desde la subestación de Mourente hasta las inmediaciones del centro de salud. Ahora, con la obra, se busca soterrar la alta tensión por las calles de A Pomba, Campos, Portugal, Bélgica y Reino Unido, completando una obra esperada por todos.