Las cianobacterias se disparan en la cola del embalse del Umia

Cristina Barral Diéguez
cristina barral CALDAS / LA VOZ

PONTEVEDRA

OSCAR VíFER

El alga Microcystis aparece también en la captación de Segade

16 jul 2018 . Actualizado a las 07:52 h.

Desde que la Consellería de Medio Ambiente, a través de Augas de Galicia, decretó el pasado 6 de julio el estado de alerta en el embalse del Umia, en Caldas de Reis, la presencia de cianobacterias en la lámina de agua solo afectaba a la presa. No obstante, los datos del último análisis hecho público -9 de julio- constatan que el alga Microcystis sp también prolifera en los otros dos puntos de control que los técnicos toman como referencia. Si la situación ha mejorado levemente en la presa -pasando de las 84.250 células de Microcystis por mililitro de agua del 2 de julio a 28.750-, donde sí se ha disparado el alga es en la cola del pantano. En esta zona se registraban el día del análisis 139.250 células. Algo que hace que el agua presente ya ese color verde habitual en esta época del año. En el otro punto de control, la captación de Segade, también hay presencia de esta cianobacteria, aunque de momento la cifra no es alarmante, con 500 células.

Proceso natural

Este proceso natural que se desencadena en aguas estancadas cuando suben las temperaturas y aumentan las horas de luz solar obliga a la Administración a decretar el estado de alerta por cianobacterias y a hacerlo público. Esa situación que en Galicia solo comparten a día de hoy el embalse del Umia y el de As Forcadas, en Ferrol, conlleva un mayor control de las aguas con analíticas más frecuentes. En el caso de Caldas, la presa está al 91,71 % de ocupación, dos puntos menos que hace una semana.

La presencia de la cianobacteria Microcystis sp en el embalse del Umia se descubrió por primera vez en el año 2006, a raíz del incendio y posterior vertido de la empresa química Brenntag al río. Uno de los peores años fue el 2010, cuando a mediados de septiembre se superaron los 2,4 millones de células del alga. El sistema de depuración de la ETAP de Caldas se colapsó y hubo que abastecer a la población con cisternas. A raíz de esa crisis, Caldas cuenta desde finales del 2012 con una alternativa (segundo depósito y dos pozos) para garantizar el suministro de agua.