Trabajadores de ambulancias fuerzan una reunión con el Sergas y le exigen que medie

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CEDIDA

La consellería alerta de la repercusión de los sabotajes

06 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La segunda y última jornada de huelga del mes de julio para los trabajadores de ambulancias dejó dos concentraciones en Pontevedra y una reunión forzada por los representantes sindicales con el Servizo Galego de Saúde (Sergas) en Santiago. La plantilla se concentró primero en la sede de Ambulancias Pontevedra en la parroquia de Alba y después se trasladó a la puerta de urgencias del Hospital Provincial. Los técnicos reclaman con estos días de paro intermitentes que mantienen desde el mes de mayo un nuevo convenio colectivo que pongan fin a los incumplimientos que afectan, dicen, a sus condiciones laborales y salariales.

Mientras eso ocurría, varios representantes sindicales de la CIG irrumpían en el despacho del conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña, en Compostela. Al final fueron recibidos por el gerente del Sergas, Antonio Fernández-Campa, y el secretario xeral del departamento de la Xunta. No participó nadie de la Fundación 061.

Según Sanidade, la reunión no estaba prevista ni se había solicitado previamente, «aínda así o xerente do Sergas atendeu aos representantes sindicais durante una hora». Desde la consellería afirmaron que la negociación del convenio colectivo del sector del transporte urgente «debe realizarse entre as empresas e os traballadores». En respuesta a las quejas de la CIG, sindicato convocante de la huelga, añadió que la Administración no tiene un papel directo en las conversaciones, ya que son empresas privadas. No obstante, Sanidade aseguró que mantiene «unha actitude vixilante e de conciliación entre as partes, recibíndoas e escoitando as súas argumentacións ao respecto».

El departamento autonómico instó a las empresas y sindicatos a llegar a acuerdos en el sector para dar un servicio de calidad a los usuarios. También aludió a los sabotajes que se produjeron en algunas zonas de Galicia, con la quema de alguna ambulancia: «A Administración velará para garantir a axeitada asistencia aos pacientes, pero, de continuar estas actuacións desproporcionadas e sabotaxes continuas aos vehículos, a poboación debe coñecer que pode ser moi difícil garantir a atención actual, inmediata e de máxima calidade».

Si no hay acuerdo antes de septiembre, ese mes los trabajadores de ambulancias iniciarán una huelga indefinida. Xabier Aboi, de la CIG, valoró así la reunión con el Sergas: «Para o que serviu foi para que a Xunta teña claro que se a patronal non se move nós seguiremos pelexando».