Un restaurador de Xeve asegura que cerrará por la presión de los furanchos

Alfredo López Penide
L. Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

06 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Regento un local de hostelería en el rural, el cual cerraré en breve puesto que me es imposible competir en igualdad de condiciones frente a mi competencia». Con estas palabras, una restaurador de Santa María de Xeve anunció ayer que tenía que cerrar su negocio por la presión de determinados furanchos ilegales.

Remarca que, si bien «los dueños de locales de hostería siempre hemos convivido con un furancho», lo cierto es que «desde hace unos diez años y gracias a la picaresca gallega, estos loureiros se convirtieron en verdaderos restaurantes ilegales». Sostiene que este punto del rural pontevedrés existen determinados establecimientos «que están abiertos todo el año -la normativa establece que solo pueden abrir tres meses al año- y que funcionan como verdaderos locales de hostelería».

Incide en que, por un lado, se trata de establecimientos que no cumplen normativa alguna relativa a negocios de restauración y, por otro, también estarían infringiendo la que regula el funcionamiento de los furanchos. «La diferencia en condiciones es brutal. Yo me arruino y ellos se crean un gran patrimonio a costa de mi sacrificio», remarca este hostelero de Xeve, al tiempo que insta a las distintas Administraciones y organismos con competencia en distintos ámbitos para que actúen.

«Para mí seguramente ya no hay remedio», lamenta, al tiempo que incide en que espera que su denuncia pública sirva para que «nuestras autoridades realicen su trabajo y así evitar más cierres de locales que simplemente lo que queremos es obtener un pequeño beneficio y pagar nuestros impuestos».