Archivada, de nuevo, la causa judicial de la desaparición de Sonia Iglesias

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Los vestigios genéticos aislados por la policía han sido considerados indeterminados

28 jun 2018 . Actualizado a las 23:03 h.

Como ha venido ocurriendo en los últimos ocho años, todas las pistas que se han seguido para tratar de esclarecer la desaparición de la pontevedresa Sonia Iglesia han acabado conduciendo a callejones sin salida. Si a principios de esta semana el fiscal jefe Juan Carlos Aladro afirmaba que se había abierto nuevas líneas de investigación, ayer la titular del Juzgado de Instrucción número tres de Pontevedra archivó provisionalmente, de nuevo, una causa judicial que reabrió a mediados del pasado año con unas actuaciones declaradas secretas.

Estas mismas diligencias derivaron en el espectacular despliegue policial que se registró en el entorno de una vivienda y los terrenos aledaños propiedad de la familia de Julio Araújo, el que fuera compañero sentimental de Sonia Iglesias y padre de su único hijo. En aquel momento, los esfuerzos de los agentes, muchos de ellos especialistas de la brigada científica procedentes de Madrid, trataban de encontrar restos humanos o, al menos, algún resto de ADN que permitiera avanzar la investigación.

Las distintas fuentes consultadas confirmaron que sí se localizaron vestigios genéticos, pero los mismos resultaron ser indeterminados. Esto es no señalaban a nadie en concreto, ni demostraban que alguna vez Sonia Iglesias estuvo en esta propiedad, una de las tesis de trabajo con las que acudieron los investigadores a la casa de Mourente.

Tras aquellos registros, Julio Araújo y su hermano fueron llamados a declarar en Comisaría, pero no llegaron a estar imputados judicialmente. Lo dicho, un nuevo callejón sin salida, aunque el archivo se puede recurrir.