El ente público remarca que se estudiaron distintas alternativas, pero «no son soluciones efectivas. Es la de menor impacto»
26 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Para ADIF, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, no cabe otro emplazamiento que Bértola para ubicar la subestación que alimentará a la Alta Velocidad en la provincia de Pontevedra. Así lo dejaron claro ayer desde esta firma, que calificaron como «imprescindible» esta instalación para garantizar el tránsito de trenes cada cinco minutos.
Explicaron que el Eje Atlántico solo dispone de dos subestaciones, ambas en la provincia de A Coruña, cuando su protocolos establecen que se ubica una cada setenta kilómetros. La instalación actual, por lo tanto, solo permite en el tramo entre Santiago y Vigo un máximo de cuatro trenes simultáneos por sentido -cada quince minutos-, cifra que se reduciría a un único convoy en el caso de que la central de Osebe, la más próxima a Pontevedra, sufra una incidencia. «Con el incremento de demanda previsto por la llegada de la Alta Velocidad, esta situación lógicamente se agravaría y no se podría dar el servicio adecuado», insistieron.
Desde ADIF aseguraron que, en los años que el proyecto de la subestación de Bértola ha permanecido paralizado, han estudiado distintas alternativas. Su conclusión: «Es la única opción que tenemos, dentro de las alternativas viables es la de menor impacto visual y social», insistieron. A este respecto, explicaron que se trata de una estructura blindada, encapsulada dentro de un edificio ya construido y que se rodeará de un apantallamiento vegetal.
De igual modo, también está concluida la canalización subterránea, por lo que solo restaría equiparla convenientemente.
En cuanto a otros posibles emplazamientos, estos tendrían un mayor impacto por su situación y su mayor lejanía respecto a la subestación de tracción de ADIF a la que ha de alimentar.