Los investigadores tienen claro que la marihuana que se interviene en la provincia procede, sino en su totalidad, sí que en un porcentaje que supera el 95 %, de cultivos autóctonos o del norte de Portugal. Cuestión distinta son sus derivados, como el hachís, que son importados. De hecho, el propio observatorio reconoce que, por un lado, «la producción [de cultivos] ha aumentado desde el 2009 para satisfacer la demanda local», mientras que, paralelamente, «casi la totalidad de la resina de cannabis incautada (...) procede directamente de Marruecos».
Alerta sanitaria
Como consecuencia de este incremento, los indicadores que manejan en el organismo europeo refieren una cierta alerta sanitaria. El cannabis se ha ido convirtiendo gradualmente en la principal sustancia que consumen quienes reciben tratamiento por primera vez. Solo en el 2016, un total de 11.386 personas en toda España requirieron atención médica por adicción a esta droga.