Piden penas de prisión para cinco alféreces de la Escuela Naval por acosar a un compañero

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

La víctima fue amonestada por denunciar ante la Guardia Civil

12 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cinco alféreces que en el 2016 cursaban quinto curso en la Escuela Naval Militar de Marín se tendrán que sentar en el banquillo de los acusados del Tribunal Togado Militar Territorial IV de A Coruña a finales del próximo mes de mayo por supuestamente el acoso al que sometieron a un sexto compañero, un caso del que La Voz informó en julio de ese mismo año. Fue entonces cuando trascendió que media docena de alumnos no habían superado este curso «por cuestiones académicas», por lo que tenían que volverlo a repetir al año siguiente.

En todo caso, las mismas fuentes desmarcaban este hecho de la investigación judicial que ya estaba en marcha. Esta arrancó cuando el denunciante dio el paso de poner los hechos en conocimiento de la Guarida Civil, circunstancia que, presumiblemente, determinó que un capitán de Infantería de Marina, la misma rama de la Armada a la que pertenecen denunciante y denunciados, le amonestase en mayo por no seguir los conductos reglamentarios establecidos. Y es que el oficial estimó que esta conducta conllevó una pérdida de confianza de cara al por entonces alumno de la Escuela Naval.

Lo cierto es que el denunciante ya había acudido previamente a sus superiores jerárquicos, recibiendo como respuesta, presumiblemente, la recomendación de ceder, de pasar por el aro.

Frente a esto, la Fiscalía Militar entiende que existen indicios de delito en el proceder de los cinco investigados, a los que acusa de un delito relativo al ejercicio de los derechos fundamentales y de las libertades públicas por los militares. En concreto, enmarca su comportamiento en el artículo que castiga con penas de entre seis meses y dos años de cárcel al militar que «amenazare o coaccionare», así como «injuriare gravemente o calumniare» a otro. En el caso de los ahora encausados, se enfrentan a una petición global de cuatro años.

En su día, las fuentes consultas sostuvieron que el supuesto acoso respondería únicamente a motivos académicos. Este comportamiento tuvo su origen durante el primer curso académico, concretamente se sospecha que el detonante fue la decisión de la víctima de no permitirle copiar un trabajo.

Cinco años de acoso

A partir de entonces comenzó a vivir una serie de episodios de acoso y derribo que, presumiblemente, tuvieron su colofón cinco años después en unas maniobras en el Centro Nacional de Adiestramiento de Chinchilla (CENAD Chinchilla), en Albacete. Fue entonces cuando uno de los alféreces, presuntamente, se dirigió a la víctima en estos términos: «¡Te meto dos tiros y me quedo tan ancho! (...) ¡Me da igual!».

No acabó ahí la situación. El capitán auditor adscrito a la Fiscalía Jurídico Militar del Tribunal Militar Territorial IV de A Coruña alude a que, en ese mismo adiestramiento, la víctima fue objeto de empujones y tuvo que escuchar como otro de sus compañeros le decía: «Si te cojo fuera, te doy una paliza y te arranco los ojos». Asimismo, recoge que, durante ese lustro, las mofas fueron continuas y que utilizaban expresiones y apodos despectivos para dirigirse al denunciante, que tuvo que recabar ayuda psicológica.