El valor de lo comunitario se abre paso en la Semana Galega de Filosofía

Elena Larriba García
E. Larriba PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

EMILIO MOLDES

Carlos Morgade pone al monte gallego como ejemplo de función social integradora

04 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«En la dicotomía entre lo público y lo privado, el concepto de lo común tuvo que luchar para abrirse paso a golpes», señaló ayer Francisco José Martínez en la segunda jornada de la Semana Galega de Filosofía, que avanza desde diferentes visiones y perspectivas en su apuesta por lo comunitario y lo colectivo para mejorar la actual sociedad individualista.

En su ponencia de la mañana, este catedrático de la UNED de Madrid y presidente del Seminario Spinoza, afirmó que «cualquier transformación política o social que se haga, precisa del Estado». Y abogó por la democratización de ese Estado para acercar el poder a la ciudadanía.

Los montes vecinales

La sesión de tarde, dedicada a los retos de Galicia como comunidad, tuvo como protagonista al profesor e historiador pontevedrés, Xosé Carlos Morgade, líder del movimiento organizativo de los montes vecinales gallegos. En su ponencia,

O que é do común non é de ninguén

, tiró de su experiencia para explicar que los montes vecinales, como cualquiera de los numerosos recursos que aún se explotan de forma comunitaria en todos los continentes, estuvieron históricamente al servicio de las comunidades de vecinos para cubrir sus necesidades. «

E se puideron facelo, en maior o menor medida en cada etapa histórica, en boa parte foi porque conservaron o proindiviso para garantir a equidade na desigualdade e que cada un puidera aproveitar o que necesitase segundo o que había, sempre desde a consideración de que o monte é de todos

», señaló.

«A organización dos aproveitamentos, a igualdade de dereitos e o artellamento do monte veciñal na paisaxe física, cultural e simbólica da poboación conferiu ás terras comunitarias unha función social integradoras», añadió.

Según Morgade, la necesidad de que el recurso debía perdurar por el bien de todos lo dotó de una función ambiental que solamente el uso comunitario puede garantizar. «Porque terreo, comunidade e gobernanza conforman as tres patas que sustentaron unhas entidades que axudaron, durante séculos, a manter a poboación de Galicia, incluíndo a maioría das súas institucións».

Morgade se refirió a la actual crisis del mundo rural, que también afecta al monte vecinal, así como a las diversas propuestas que ido han aparecido para dar darle nuevos usos. Y advirtió de que toda iniciativa debe contemplar la triple función del monte y respetar y reconocer el poder de decisión de las asambleas de comuneros en esos futuros usos o aprovechamientos. «Estes criterios deben estar presentes en todas as propostas que obteñan o apoio das administración, pero para iso os poderes públicos galegos deben asumir, recoñecer e respectar esta organización tan ‘exótica’ que ocupa a cuarta parte do territorio galego, pero que está ausente da maioría das normativas que se aproban e mesmo dos libros de texto do ensino obrigatorio».

Renta básica

Daniel Raventos Pañella, doctor en Ciencias Económicas y profesor de la Universidad de Barcelona, centró la última ponencia de la jornada de ayer en la «justicia y racionalidad de la Renta Básica Incondicional». Afirmó que «seguir haciendo propuestas como si el mundo fuese igual al de antes de la crisis es un error, además de completamente inerte».

Reventós defendió la Renta Básica como racional y justa para el siglo XXI y como una necesidad perentoria para el futuro más inmediato, argumentando múltiples razones normativas y técnicas a favor de su incondicionalidad.