San Tomé se despide de su viejo cementerio en ruinas

La Voz MARÍN / LA VOZ

PONTEVEDRA

XOAN CARLOS GIL

El pleno de Marín dará su visto bueno al cierre del camposanto, donde no se entierra nadie desde el 2000

04 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El cementerio antiguo de San Tomé de Piñeiro, situado junto al atrio parroquial, no volverá a recibir a ningún nuevo difunto, una vez que el pleno de Marín se pronuncie esta noche a favor de su clausura. El camposanto se encuentra en ruinas y desde hace 18 años no se sepulta a nadie en este recinto mortuorio, por lo que la corporación respaldará su clausura, a instancias de una comisión vecinal de San Tomé que solicitó el cierre de este ámbito.

La portavoz de la comisión vecinal explicó que el objetivo era «poder sacar las cenizas de los cadáveres que no tenían familia» o que se desconocía quiénes podían ser sus representantes legales. Ahora con la tramitación de la clausura en marcha, se ha podido proceder a la retirada de estos restos de los ceniceros y su traslado al nuevo camposanto de la parroquia, más alejado del núcleo de población y que se encuentra en perfecto estado de conservación.

La actual legislación funeraria exige que transcurra un plazo de diez años como mínimo entre el último sepelio y el momento en que se declare su clausura. El último entierro registrado en los libros parroquiales de San Tomé, certificado por el párroco, fue en mayo del 2000, por lo que se ha rebasado con creces el período mínimo legal para el cierre del recinto funerario.

A lo largo de estos años, la gran mayoría de las familias de San Tomé o aquellos que tenían parientes enterrados en este ámbito, ya procedieron a la retirada de los restos de sus seres queridos y su depósito en los nichos y panteones del cementerio nuevo. Por otra parte, el aspecto en que se encuentra el antiguo es de ruina, por lo que todo aconsejaba agilizar de forma definitiva su cierre. La tramitación ha sido larga y se ha tenido que acudir a esta vía por causa de que hubo dificultades para determinar quién es el propietario de los terrenos, por falta de documentación adecuada. Finalmente, la decisión del cierre cuenta con el visto bueno de todas las partes interesadas, por lo que no habrá ningún inconveniente legal. De hecho, tampoco hubo alegaciones durante la exposición pública del asunto.