El juicio contra O Mulo por el alijo de coca del «Coral I» será el 7 de mayo

m. santaló / j. romero VILAGARCÍA/ LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

Rafael Bugallo se enfrenta a una pena de 24 años de prisión por tres delitos distintos

25 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya hay fecha. Rafael Bugallo Piñeiro, O Mulo, se sentará nuevamente en el banquillo de la Audiencia Provincial de Pontevedra: el juicio comenzará el lunes 7 de mayo y está previsto que se alargue durante toda la semana. El narcotraficante se enfrenta a una pena de 24 años de prisión y al pago de 425 millones de euros en multas. Y es que la Fiscalía pide para él doce años de cárcel por un delito contra la salud pública, diez por dirigir una organización criminal y dos por la pistola que se localizó en su domicilio cuando saltó la operación Visillo, que concluyó con su detención cuando estaba en libertad condicional a la espera de que se celebrase el juicio en el que fue condenado a ocho años y medio de prisión.

Entre los hechos por los que fue condenado el pasado mes de enero y los que se llevarán a juicio en mayo pasaron solo seis años. La Policía Nacional y la Agencia Tributaria lo tuvieron siempre en el punto de mira por sus vínculos con las ramas sudamericanas del tráfico de cocaína: mientras desde el otro lado del Atlántico se ocupaban, de proveer la droga, O Mulo, rodeado de nuevos rostros, se encargaría de introducir la droga en la Unión Europea. Fue uno de estos desplazamientos lo que precipitó la operación Visillo: gracias a las conversaciones de radio se pudo establecer el punto geográfico en el que se encontraba el Coral I, lo que posibilitó su abordaje.

Era la víspera de Reyes de 2015 y en la bodega de popa se localizaron 49 fardos de cocaína: 1.245 kilos de droga que tendrían un valor de 59.354 euros en el mercado ilícito. Comenzaron las detenciones. Los primeros en caer fueron los tripulantes del barco, de nacionalidad venezolana. A O Mulo lo localizaron, tal y como indicaron en aquel momento desde la Policía Nacional, en «un zulo de su propio domicilio en el que se escondía».

Sus socios

Las investigaciones policiales apuntaron desde un comienzo a que O Mulo se estaba rodeando de nuevos rostros. Para Jaime Iván Bolados, considerado su mano derecha, y el resto de los quince encausados se les pide la misma pena de prisión por el delito contra la salud pública (doce años) y siete años y medio por un segundo cargo de integración en organización criminal.

También se solicita el decomiso y adjudicación al Fondo del Plan Nacional contra la Droga de tres vehículos, multitud de teléfonos móviles, tablets y más de 115.000 euros en efectivo que fueron intervenidos durante el transcurso de la operación.

Condenado a 8 años y medio por el transporte frustrado en A Lanzada, tiene otra causa por blanqueo

El recorrido de O Mulo es amplio. El que fue considerado como uno de los mejores pilotos de planeadoras de las rías gallegas fue condenado el pasado mes de enero a ocho años y medio de prisión por orquestar el alijo de 3,6 toneladas de cocaína que se frustró y terminó con la planeadora ardiendo en la playa de A Lanzada. Era agosto de 2008 y la escena dejaba imágenes para el recuerdo: las fotografías de los bañistas rodeando la bola de fuego en la que se había convertido la embarcación daban la vuelta a España. Y, la policía desmantelaba la organización dirigida por el cambadés. No pasó mucho tiempo hasta que volvió a liderar otra. Sus integrantes se sentarán junto a él en la Audiencia.

El modus operandi de O Mulo es el habitual de los clanes que apuestan por la ruta atlántica: transbordar los estupefacientes en alta mar desde la embarcación que había partido de un puerto sudamericano a una segunda nave que acercase el alijo hasta litoral gallego. Esta última parte es la que hizo a Rafael Bugallo ganarse la reputación de ser unos de los mejores pilotos de planeadores: la organización trabajó en una nave industrial en la Cabana de Bergantiños en la construcción de una planeadora única, una lancha rápida a la que hicieron una serie de arreglos para que pareciese un pesquero y pasase desapercibida.

El juicio del 7 de mayo no es el único que tiene pendiente O Mulo: está previsto que se enfrente a otro por blanqueo de capitales.