La familia que vivía en el bus regresó a A Insua

m. h. PONTE CALDELAS / LA VOZ

PONTEVEDRA

emilio moldes

28 ene 2018 . Actualizado a las 16:27 h.

Harry y Elena tuvieron que salir despavoridos de A Insua con lo puesto y con sus hijos a cuestas la noche del incendio. Fue su afán de supervivencia los que le guio para sortear las llamas y ponerse a salvo. Ellos vivían en una casa de madera, donde tenían la cocina y la sala, y en un autobús reconvertido en dormitorios. El autocar quedó completamente calcinado, así que tuvieron que ser realojados en una vivienda social de Caritel. Ya han vuelto a A Insua, aunque todavía tienen sus cosas en Caritel, pero nada es lo mismo. Viven únicamente en la casa de madera, donde no tienen habitaciones, solamente unos sofás. Además, el negro tiñe toda la naturaleza otrora verde que les rodea. Eso sí, Harry pone blanco sobre negro y habla de que no dejan de plantar centeno para que la tierra reverdezca y además esté protegida «para que nada de esto vuelva a pasar dentro de unos años». Lo que le da más coraje a Harry no es que toda la familia tenga que dormir en muy pocos metros cuadrados. Ni que su bus haya desaparecido. Lo que le supura es que «nada ha cambiado». Habla de las políticas forestales. Y lanza una pregunta retórica: «Dijeron que el fuego lo habían puesto terroristas incendiarios, ¿dónde están esos terroristas? Es que es muy raro que nadie haya vuelto a hablar más de ellos».