«Lo respeto, pero me cuesta entender las negativas a donar»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

emilio moldes

La asociación quiere impulsar actividades durante todo el año y desvincularse de los días mundiales

26 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Miguel Martínez Souto, Míchel (Pontevedra, 1975), fue reelegido este miércoles como presidente de la Asociación de Amigos de la Pontevedrada (Asampo). Un colectivo fundado hace cuatro años para fomentar la donación de sangre, órganos y tejidos.

-La suya fue la única candidatura que se presentó. ¿Por cuántos años es el mandato?

-Hicimos una modificación en los estatutos. Antes la duración de los cargos de la junta directiva era por cuatro años y pasamos a dos. Pensamos que cuatro años es demasiado tiempo, somos una asociación que está creciendo y entendemos que hay que dar facilidades para que la gente se presente. La directiva la elige el presidente y en un tiempo conformaremos ese equipo de trabajo.

-Asampo organiza la Pontevedrada, que nació antes que Asampo. ¿Sigue habiendo confusión?

-La Pontevedrada había crecido de una forma tan brutal en tres años que se convirtió en una marca. En este caso disociar Asampo de la Pontevedrada era muy complicado al principio. Hubo un trabajo intenso para que Asampo esté en el lugar que le corresponde. La Pontevedrada es un evento que organiza Asampo y aún es lo más conocido de la asociación.

-¿Qué otras iniciativas tiene en mente para la asociación?

-Queremos hacer actividades durante todo el año y hacer otras cosas más allá de las mesas informativas para fomentar la donación. Llevamos tres años celebrando la campaña Deseos al cielo, que queremos desvincular del Día Mundial de la Médula Ósea. Esa es otra idea, desvincularnos de los días mundiales porque órganos, sangre y médula hacen falta todos los días. Una asociación como la nuestra tiene que pensar que la donación tiene que estar presente todos los días.

-¿Qué persiguen con esos Deseos al cielo?

-Queremos dar entrada a la parte más joven de la sociedad, a la infantil. Cuando los niños escriben ese deseo en esos globos que se sueltan lo que queremos es que cuando lleguen a casa se pregunten por qué hicimos esto. En ese entorno más familiar queremos que se expliquen estas cosas de la donación de una forma que puedan entender.

-¿No está asumiendo Asampo una labor que le corresponde a la Administración?

-Las campañas institucionales están ahí y llegan, pero estas campañas más pequeñas y más cercanas a la gente es posible que quizá calen más.

-¿Tiene Asampo alguna demanda asistencial para Pontevedra?

-De momento no. No sabemos si fue por la presión de Asampo, pero conseguimos un nuevo punto de donación. Se cambió la caseta de obra que había y se mejoró, pero seguiremos peleando porque sea en un edificio. El de Pontevedra es el único que está fuera. Creemos que el Provincial sería el sitio idóneo porque espacio hay. El punto de donación tiene que estar en el centro, no en el Gran Montecelo. Molesta que se digan estas cosas, pero lo que se hizo fue un lavado de cara.

-Las negativas familiares a la donación de órganos representan el 23,5 % en el Chop. ¿Entiende las razones para no donar?

-Lo respeto, pero me cuesta entenderlo. Creo que como yo pensamos el 100 % de Asampo. Las creencias religiosas son un problema para la donación, pero el objetivo es concienciar a los más pequeños para vencer ese freno.