La Policía Local lleva a cuatro colegios del municipio su campaña. Este año se sumó el Alfonso VII
26 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Siempre se dice que los niños son como esponjas y que a esas edades los mensajes calan mejor. Con esa máxima, la Policía Local de Caldas de Reis emprendió hace diez años una campaña de educación vial dirigida a escolares del municipio. Es casi ya una cita obligada en los centros educativos, que apuestan por una actividad que persigue tres objetivos.
Lo contaba ayer el inspector jefe, Manuel Castro Escariz, que participó en la jornada que se desarrolló en el colegio San Fermín. Promover comportamientos peatonales seguros, prevenir accidentes de tráfico y difundir el conocimiento de las normas de tráfico entre los niños de la localidad son esos tres objetivos. La campaña, que arrancó el pasado lunes en el CEIP San Clemente, llegará a cerca de mil escolares, en su mayoría de primaria, este 2018. Junto a este centro y los privados La Encarnación y San Fermín, se ha sumado este año el CPI Alfonso VII.
La campaña consta de dos fases. Una primera, donde se imparten los conocimientos teóricos, y una segunda, de carácter práctico, que se desarrolla en el circuito cedido por la Jefatura Provincial de Tráfico de Pontevedra. Esta parte es, sin duda, la que más gusta a los alumnos. Ataviados con unos petos amarillos con el logo de la Dirección General de Tráfico (DGT), asumen distintas funciones. Unos hacen de peatones y otros conducen los karts cedidos por la Jefatura. Unas funciones que se van intercambiando durante la sesión.
Este año se sumó al material del circuito una moto eléctrica cedida por la empresa local Sepymedical. «Nos la cedieron por un mes para probarla e impulsar el consumo de energías limpias. Quisimos llevarla también al colegio», señaló el inspector de la Policía Local. Su coste ronda los seis mil euros.