Las inmobiliarias alertan de la falta de pisos de alquiler y su alto precio

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

Las zonas de A Parda y Campolongo son las más demandadas por los inquilinos

23 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada vez hay menos y más caros. Así de sencillo y preocupante es el panorama que dejan las viviendas de alquiler en la ciudad. En el último año la cartera de ofertas se ha reducido, mientras la demanda no deja de crecer. Y en medio se encuentran las inmobiliarias intentando nadar entre estas dos aguas. «Vienen buscando las tres b, bueno, bonito y barato, pero eso es difícil de encontrar», indica Rubén Costas, agente de la Inmobiliaria Pedrosa, ubicada en la plaza de A Peregrina, que reconoce que pueden tener una veintena de pisos en movimiento cuando hace un año, la cartera de alquiler alcanzaba tranquilamente los cuarenta. Lo mismo ocurre en la Inmobiliaria Inmobal, que ven como cada día se acercan potenciales clientes preguntando si les ha entrado algo nuevo.

Los datos de la Federación de Empresas Inmobiliarias de Galicia (Fegein) corrobora el trabajo a pie de calle con sus datos. Su informe anual recoge que hay 250 pisos de alquiler en Pontevedra, pero su precio medio ha subido en apenas seis meses de 5,4 euros por metro cuadrado a seis. En qué se traduce esto. En pisos más caros y más pequeños. Al menos es lo que palpan los profesionales del sector. «La gente demanda que esté bien, que sea moderno y esté céntrico», explica Costas, que asegura que son tres condiciones difíciles de compatibilizar. Los pontevedreses buscan calidad y precio. Aunque los precios se han disparado, los que están en mejor estado son los de A Parda y Campolongo. Dos dormitorios con garaje puede llegar a los 550 euros en un piso de nueva construcción, pero si nos vamos al centro, a la calle Benito Corbal, el precio sube hasta los 650 euros por una vivienda de tres habitaciones y antigua. «También tenemos la dificultad de que gente mayor de 50 años está demandando viviendas en edificios adaptados y eso es imposible», explica Marisol Muiño, que ve como los requisitos del alquiler se endurecen y se ponen demasiadas trabas a los inquilinos. En el último año y medio se dejó de pedir el aval bancario, pero «parece que empieza a repuntar». Ahora los propietarios optan por el seguro del alquiler y la fianza. Pero, ¿por qué hay menos oferta? Desde las agencias creen que se ha frenado la movilidad. «Antes había más movimiento, ahora si entras en una vivienda sin amueblar te quedas una media de cuatro años», explica Costas. Más movimiento tienen los apartamentos, en los que el inquilino suele estar dos años de media, pero en este caso, la demanda es menor.

Los profesionales no pueden destacar un perfil concreto de demandante, «de 50 años para abajo tenemos de todo», subraya Costas. La patronal advierte de la fuerte caída en la provincia. Solo en Pontevedra se ha pasado de las 1.800 viviendas en alquiler el pasado mes de agosto a tener ahora un millar. Constatan una caída de hasta un 40 % en los pisos de alquiler y temen que la situación no se reconduzca.

«Es más rentable para el propietario tenerlo para alquiler vacacional»

El presidente de la Federación de Empresas Inmobiliarias de Galicia (Fegein), Benito Iglesias, alerta del riesgo que supone el desplome de los pisos de alquiler en las ciudades gallegas. Asegura que la vivienda vacacional ha tenido un fuerte impacto en esta reducción de la cartera de alquileres. «Es más rentable para el propietario tenerlo para alquiler vacacional que en el circuito tradicional», señala Iglesias, que está cerrando el informe anual sobre el sector. Desde la Federación gallega reconocen que la movilidad laboral es otro de los motivos que esconde esta escasez de oferta. «Ahora la gente se cambia de ciudad con mayor facilidad, va a trabajar a donde le sale y no compra», explica Iglesias, que achaca a la falta de financiación para hacer frente a una hipoteca el hecho de que las parejas menores de 35 años recurran a las vivienda de alquiler. «La escasez de vivienda nueva ha provocado un auge de los pisos de alquiler, muchas familias están optando por el cinturón urbano para poder encontrar algo asequible», indica el presidente de la Fegein. Benito Iglesias es de los que cree que la situación no mejorará, especialmente si no se le pone coto a las viviendas vacacionales. «No han tenido que pasar unos parámetros de regularización, como ocurre con los pisos de alquiler», sentencia el presidente de la patronal.